Antonio Brown protagonizó un episodio sin explicación en el juego de la Semana 17 de la NFL entre los Jets de Nueva York y los Bucaneros de Tampa Bay.
En el tercer cuarto, el veterano jugador abandonó a los Bucaneros en medio de una jugada ofensiva cuando se quitó el uniforme y su indumentaria protectora, a pesar de los intentos de Mike Evans por mantenerlo en el juego.
Brown lanzó la camiseta a las gradas, dando a los fanáticos presentes en el MetLife Stadium el signo de la paz.
“No es más un Buc”, dijo enfáticamente el head coach Bruce Arians en su conferencia de prensa posterior a la victoria por remontada por 28-24 de Tampa Bay.
“Ese es el fin de la historia. Vamos a hablar de los chicos que se quedaron hasta el final para ganar el partido”, aclaró.
Una fuente dijo a ESPN que Brown no fue enviado a la banca. “Renunció”, dijo la fuente. Brown no voló a casa en el vuelo con el resto del equipo, de acuerdo a otra fuente.
Se trata de un final dramático para una turbulenta estancia en Tampa Bay para Brown que incluyó un anillo de Super Bowl al término de la temporada del 2020, pero también una suspensión para el receptor abierto en el 2021 por falsificar su cartilla de vacunación contra el COVID-19.
Brown tenía una historia previa con Arians, con los Pittsburgh Steelers, cuando el coach fungió como coordinador ofensivo para el receptor abierto en las campañas del 2010 y 2011.
“Si falla una vez, se va”, dijo Arians cuando Brown se unió oficialmente a la plantilla. Brown es cercano al quarterback Tom Brady, con quien pasó tiempo con los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Sin embargo, cuando se dio a conocer la falsificación de la cartilla de vacunación de Brown, el receptor abierto fue suspendido y se le dio la bienvenida de regreso al club por ser “En el mejor interés del equipo”, según dijo el propio Arians.
Texto y foto: Agencias
