Más de medio millar de devotos, ataviados con el traje regional, acuden a la tradicional bajada de la Virgen Morena en San Cristóbal
Con profunda devoción y alegría, decenas de fieles, integrantes del gremio de Mestizos, participaron ayer en la tradicional bajada de la imagen de la Virgen de Guadalupe, la cual marcó el inicio oficial de los festejos anuales dedicados a la Reina de México, en el santuario diocesano de San Cristóbal.
En medio de un gran fervor, más de medio millar de devotos de la Virgen Morena, ataviados con el traje regional, partieron de la calle 71 por 30 y 30 A de la colonia Azcorra rumbo a la parroquia de San Cristóbal, los cuales estuvieron acompañados por una banda de guerra y la charanda que entonaba cánticos en honor a la Guadalupana.
A su llegada a las puertas del templo parroquial de San Cristóbal, el contingente fue recibido por Mons. Pedro Mena, Obispo Auxiliar de Yucatán, quien los bendijo y exhortó a mantener vivas las tradiciones, pero sobre todo la fe.
En su mensaje, durante la celebración eucarística, el Obispo comentó que esta peregrinación marca el inició de los festejos guadalupanos que culminarán el 12 de diciembre cuando se conmemore un año más de las apariciones de la Madre de Dios al indio Juan Diego.
“Hoy recordamos que la Virgen de Guadalupe es un ejemplo de esperanza que debemos imitar y fortalecer con nuestra fe; por ello, todos los días debemos hacer el ejercicio de amar a Dios en cada acto de nuestra vida. Es por esto que estas fiestas deben reafirmar nuestra en fe en Jesucristo”, señaló.
De manera muy especial, el Obispo Auxiliar de Yucatán pidió a los feligreses orar por los migrantes centroamericanos que atraviesas el país rumbo a Estados Unidos y por aquellos que no tienen trabajo o se encuentran enfermos.
Señaló que celebrar a la Virgen de Guadalupe se debe traducir en el amor al prójimo, como “nos enseña Jesucristo cuando dijo que no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos; por ello, es importante saber escuchar a Dios para fortalecer la vida comunitaria y dentro de la Iglesia”.
Luego de la celebración eucarística se realizó la solemne procesión con la venerada imagen y posteriormente, los integrantes del gremio e invitados participaron alegremente en una magna vaquería acompañados por la orquesta de Víctor Soberanis. También, se organizó una kermés, en donde grupos parroquiales ofrecieron todo tipo de antojitos regionales y postres.
Texto y foto: Jorge Euán
