Arturo Macías El Cejas corta la única oreja en el regreso de El Juli a Mérida

Arturo Macías “El Cejas”, cortó la única oreja en la corrida extraordinaria de ayer, ante un lleno en la Plaza de Toros Mérida, donde se celebraron los 25 años de la alternativa de Julián López “El Juli”.

Se lidiaron seis toros de Fernando de la Mora, disparejos y uno super protestado por los aficionados, que atraídos por el cartel, que incluyó a Alfredo Ríos “El Conde”, lucía para más, pero los astados no ayudaron.

La faena que le dio la oreja a Macías comenzó muy bien, con “Luna Llena” embistiendo y cargando con las tablas y los subalternos.

El diestro lo recibió con tres pases de hinojos, que levantó a la afición luego de ver dos bureles muy malos a Ríos y López.

Esa misma suerte repitió en el tercer tercio, tras las banderillas y luego de sufrir un revolcón.

El toro, al morir, fue arrastrado entre aplausos y “El Cejas” se llevó una oreja muy solicitada por los aficionados, pese a que el astado no murió de la estocada, sino hasta el primer piquete.

Macías tuvo que acudir a la desnucada tras que el toro resistió la espada. Antes, Luna Llena revolcó a su rival tras su característica suerte de encarar al toro y tras varias pases con el capote, lo que fue muy agradable a la tribuna.

Con su segundo toro, “Peregrino”, que cerró plaza, El Cejas intentó de todo, pero sólo obtuvo aplausos.

Tanto “El Conde” como “El Juli” se vieron opacados por Macías, pero los toros fueron una decepción.

En el primero de la tarde, “As de sueños”, que fue para Alfredo Ríos “El Conde”, resultó muy malo y tardó en morir. Lo liquidó al tercer intento, de pinchazos, porque no murió con la estocada.

“Ilusión”, el segundo para Ríos pintó bien y pegó mejor al picador, tanto que movió al caballo por medio redondel. Sin embargo, en el resto de la faena dejó mucho qué desear. Murió al tercer pinchazo, luego de que no cayó con la espada, que pareció buena, a secas.

El gran protagonista de la fiesta, por lo menos en el cartel era “El Juli”, pero no tuvo una buena presentación en Mérida, a la que no venía hace más de 10 años.

A “Cancionero”, su primero del festejo, salió con tanta fuerza que tiró al picador, pero nada más.

Algunos despistados pidieron oreja por la estocada, a la primera, pero el toro no dio la talla, muy pocas embestidas, ante el coraje de López y el enojo de la gente.

Con “Campeador”, las cosas fueron peores para El Juli, ya que fue un toro super protestado por la gente, pues decían que parecía novillo. Pese a la protesta, a la mitad de la faena hubo oles, El Juli aguantó los gritos de novillero y, decidido, sacó agua del desierto, mató con media estocada y volvieron las protestas.

Texto y foto: Esteban Cruz Obando