Arzobispo advierte sobre la idolatría del dinero, en la homilía dominical

El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, advirtió sobre los riesgos de la idolatría del dinero, durante la homilía dominical en la Catedral de Mérida, al señalar que la riqueza, cuando se coloca por encima de la fe, puede conducir a la injusticia y al olvido de Dios.

“El dinero fue creado por el hombre para realizar negocios, compras, ventas y sostener un sistema financiero globalizado; sin embargo, también puede enfermar a algunas personas. Para quienes no lo tienen, puede representar una desgracia, y para quienes lo poseen en abundancia, no siempre significa felicidad”, expresó.

El prelado recordó que el Papa Francisco, inspirado en el Evangelio, advirtió en varias ocasiones que “el dinero es para servir, no para ser servido”, citando pasajes del libro del profeta Amós y del evangelio según san Lucas.

Rodríguez Vega cuestionó la visión de que “los negocios son los negocios” y deben hacerse al margen de principios éticos o valores de fe.

“Lo contrario sería afirmar que negociar no requiere sentimientos ni moral, lo cual es peligroso”, sostuvo.

Durante la misa, el arzobispo explicó que, al igual que el pueblo de Israel en tiempos bíblicos, hoy también se puede caer en la idolatría, aunque ya no ante ídolos de oro, sino frente al dinero y a la avaricia.

“Recordemos cómo una de las tentaciones del diablo a Jesús fue ofrecerle las riquezas del mundo a cambio de adorarlo. Así es que cualquiera de nosotros puede caer, aún sin darnos cuenta, en la idolatría del dinero”, advirtió.

Asimismo, señaló que estas prácticas continúan en la actualidad a través de empresas transnacionales que operan con salarios de miseria y contaminan los recursos naturales en países más pobres. “Es increíble hasta dónde puede llegar la avaricia y el deseo de amasar fortuna”, lamentó.

El mensaje incluyó la parábola del administrador infiel, narrada en el evangelio de Lucas, en la que Jesús invitó a usar la inteligencia y los recursos con astucia, pero en favor del bien común.

Finalmente, Rodríguez Vega llamó a mantener la libertad frente al dinero, equilibrando el tiempo para Dios, la familia y la vida comunitaria, y compartió tres enseñanzas de Jesús sobre su uso:

“Con el dinero, lleno de injusticias, háganse amigos que los reciban en el cielo”, destacando el valor de la solidaridad con los pobres.

“Si no han sido fieles en lo que no es suyo, ¿quién les confiará lo que sí les pertenece?”, recordando que el ser humano es administrador, no dueño de lo que posee.

No se puede servir a Dios y al dinero, recordando la frase que inspiró al Papa Francisco a insistir: “El dinero es para servir, no para ser servido”.

Texto y foto: Alejandro Ruvalcaba