El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, hizo un fuerte llamado a toda la grey católica yucateca a orar por la paz del México y el mundo, ante los hechos violentos que se viven en nuestro país y el planeta.
El prelado pidió también cristianizar la festividad del Año Nuevo, porque el primer día del año está dedicado a María la madre de Dios y por ello, es importante que los católicos también respondan a celebrarlo en su mensaje de fin de año.
Rodríguez Vega destacó en su alocución que el primer día del año se celebra la Jornada Mundial de Oración por la Paz y por ello, el Papa Francisco ha pedido de manera reiterada a toda la humanidad rezar por la paz.
En su último mensaje de 2016, el arzobispo de Yucatán dijo que “en México, especialmente en varios lugares, se vive lo que llamaríamos una guerra por la violencia que se da entre las bandas del crimen organizado, y también muchas veces son inocentes los que tienen que pagar el precio con su vida de la situación que acontece en estos lugares. ¡Pidamos por la Paz!”, recalcó.
“Nos convoca el Papa Francisco y debemos sentir esa necesidad, aunque en Yucatán, gracias a Dios, no hayamos llegado a los extremos de violencia que se viven en otros lugares de México y del mundo. En esta fiesta de la Octava, ¡celebremos a María nuestra Madre!, ¡celebremos la Jornada Mundial por la Paz!, afirmó.
El jerarca católico manifestó que “hay algunas personas que piensan que no hay ninguna relación entre la celebración de la Navidad y la del Año Nuevo. Hace años cuando yo era seminarista, los formadores no nos dejaban celebrar el año nuevo porque nos decían que era una fiesta pagana, pero no es así; realmente los años los estamos contando a partir de la venida del Salvador y decimos “antes de Cristo” y “después de Cristo”. Por lo tanto, el año nuevo propiamente inicia con la Navidad.
“Y el con el año nuevo se celebra el día de María madre de Dios, por lo que los católicos también deben de celebrar este día y cristianizarlo. El día 1 de enero celebramos la solemnidad de santa María madre de Dios. En el año 431 de nuestra era se definió que María era madre de Dios, no porque ella fuera una diosa, pues ella es una criatura, un ser humano, sino porque el niño que recibió en su seno por obra del Espíritu Santo, era una sola persona en dos naturalezas, Dios y hombre verdadero.
“Se termina el año 2016 y todos debemos tener gratitud en el corazón y acércanos así a nuestro Señor, no importa si tuviste situaciones difíciles, si alguien falleció en tu familia, si has perdido el trabajo, has tenido enfermedad o alguna otra situación grave. Los creyentes siempre encontramos gratitud en nuestro corazón para con el Señor si hemos tenido, por su gracia, salud y trabajo; y si hemos tenido unidad, paz interior y paz familiar, con mayor razón debemos mostrar gratitud por todo lo vivido en este año 2016”, subrayó.
“Todo cuenta, todo es parte de nuestra existencia y por más difícil que haya sido este año, llevémoslo en nuestro caminar, llevémoslo en nuestra memoria y en nuestro corazón. También el fin de un año y el inicio de otro, nos mueven a encomendarnos al Señor por el año que comienza; nos viene espontáneamente el sentimiento de esperanza y decimos: “¡ojalá que este año nos vaya mejor!”.
En definitiva, esperemos que este año nos vaya mejor, pero recordando lo que dice san Pablo: “Todo contribuye al bien de los que aman a Dios”.
– JCN