Arzobispo se reúne con juventudes y reflexiona sobre el problema del alcohol

El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, estuvo en una reunión con jóvenes, donde expresaron sus inquietudes y dudas sobre temas serios, como el noviazgo, la sexualidad, el aborto, el cuidado de la casa común y la relación con las redes sociales. “Estoy seguro que este diálogo es muy valioso, por lo que espero se continúe entre cada párroco y los jóvenes de su parroquia, pero sobre todo, entre los padres de cada familia y sus hijos”, dijo.

Los jóvenes tuvieron una sesión de preguntas dirigidas a cada uno de los obispos de Yucatán y Tabasco que también participaron en la reunión.

Durante una segunda lectura, monseñor comentó que servirá para iluminar una triste realidad que agobia al pueblo de Yucatán, como lo es el alcoholismo.

“Muchos habitantes de este Estado padecen la enfermedad del alcoholismo, así como muchos menores de edad, que con la complicidad de los vendedores y hasta de algunos familiares, van cayendo en este terrible vicio”, mencionó el clérigo.

Expresó que lo de menos es que los pobres gasten lo que no tienen para consumir estas bebidas, ya que traen consigo graves problemas de salud, de violencia intrafamiliar, siendo un elemento que acompaña a muchos de los suicidios que se dan.

Por lo anterior, confió que las próximas autoridades se esfuercen por desarrollar programas que promuevan la cultura antialcohólica. “Ojalá que todos los hombres entiendan que se necesita más hombría para dejar de tomar que para tomar. Quien tenga problemas con este vicio, no deje de apoyarse en los centros de Alcohólicos Anónimos (AA)”, aseveró el arzobispo.

Enfatizó que San Pablo señaló en su Carta a los Efesios: “Tengan cuidado de portarse no como insensatos, sino como prudentes, aprovechando el momento presente, porque los tiempos son malos. No sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios”.

Exhortó a que no se embriaguen, porque el vino lleva al libertinaje, sino más bien, es llenarse del Espíritu Santo. “Muchas veces la embriaguez sirve para liberar sentimientos que de otra forma no sabemos expresar por falta de valor, sin embargo San Pablo nos dice que al embriagarnos del Espíritu Santo expresemos nuestros sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales”, refirió.

Texto y foto: Darwin Ail