Comúnmente, las familias mexicanas, al salir de vacaciones toman algunas medidas para dejar “a salvo” su casa, entre las destacan: dejar un perro vigía, informar al vecino de confianza que la casa estará sola para que esté al pendiente, mantener encendida alguna luz para que con esto, los delincuentes no se percaten de la ausencia. Sin embargo, esto ya no funciona con la llegada de las redes sociales.
Y es que en la actualidad, el inusitado aumento de asaltos a inmuebles en temporada vacacional se debe a las nulas medidas de prevención que cualquier persona ejerce en sus redes. De acuerdo con Laura Requena, manager de ciberinteligencia LATAM de S21sec (compañía de servicios de ciberseguridad de Iberia y América), en esta época, donde el acceso a Internet y a las redes sociales es constante, las personas “suelen utilizar sus cuentas en redes sociales para compartir sus vivencias en vacaciones, pero algo tan aparentemente inocente como postear una foto del lugar donde nos encontramos vacacionando puede brindar mucha información a los delincuentes, incluyendo el nivel adquisitivo que poseemos”. La especialista en ciberseguridad explica: “este tipo de espionaje es muy sencillo: se puede acceder a información detallada incluso de cuentas privadas cuando algún conocido comparte sus publicaciones. Existen estimaciones de que la información de una persona que posee 100 seguidores en alguna de sus cuentas de redes sociales, puede tener un alcance potencial de 10 millones de personas cuando sus posteos son compartidos; realmente no conocemos la magnitud de una publicación al momento de exponer nuestra vida privada.
Texto y foto: El Universal/Agencias