Asesinatos que han marcado la historia de Yucatán

Presentamos un recuento de los que conmocionaron en su momento a la península y que desataron, incluso, movimientos armados como la Guerra de Castas.

Yucatán es un estado que presume de tener bajos índices de criminalidad; sin embargo, a lo largo de su historia se han registrado algunos asesinatos que en su momento causaron la indignación e inclusive reacciones que derivaron en hechos como la Guerra de Castas o violentas manifestaciones como las que vivió la capital yucateca en el año 1974 tras la muerte de líder sindical Efraín Calderón Lara “El Charras”.

El abogado e historiador José Luis Vargas Aguilar recordó que para transformar el futuro hay que entender el presente y conocer el pasado, por lo que vale la pena recordar estos hechos que, aunque sangrientos, nos dejan una enseñanza y nos llevan a la reflexión:

EMMA GABRIELA MOLINA CANTO

Durante 5 años, Emma Gabriela Molina Canto mantuvo una batalla jurídica para recuperar a sus tres hijos que el 22 de mayo de 2012 le fueron robados a punta de pistola por su exesposo, el político tabasqueño Alberto Medina Sonda.

Emma inició la lucha por recuperarlos y acudió a autoridades, realizó plantones, pero en este tiempo, tanto ella como su madre, Ligia Canto, fueron enviadas a prisión acusadas por delitos falsos, pero lograron su liberación por falta de pruebas.

El 16 de octubre de 2014, la PGR localizó a los niños y al día siguiente Medina Sonda fue detenido en Cancún y posteriormente encarcelado en Tabasco.

En 2015, Emma recuperó a sus hijos, pero desde entonces comenzó a recibir amenazas.

El lunes 27 de marzo, Emma Gabriela fue asesinada a puñaladas frente a sus hijos afuera de su casa. Los autores materiales fueron detenidos ese mismo día: Omar Miguel López y Jonathan Mézquita, dos jóvenes tabasqueños a quienes, luego se supo, se les pagó 60 mil pesos para matarla.

CYNTHIA SUE RICALDE ZURITA

El 22 de agosto de 1999, Elda Zurita Azcorra de Ricalde (de 70 años de edad) fue torturada y asesinada por cinco personas que entraron a su domicilio, ubicado en el suburbio de Santiago, en la esquina de las calles 68 por 57.

La víctima se dedicaba a la usura y los asaltantes sabían que en su casa guardaba fuertes cantidades de dinero, pues dos de los delincuentes eran “clientes” de ella y eso les facilitó la entrada a la casa.

Como Elda no confesó dónde guardaba el dinero, fue asesinada; en eso llegó la hija, la reconocida bailarina de ballet clásico Cynthia Sue Ricalde Zurita (35 años) junto con su novio; a la primera la asesinaron destrozándole el cráneo a martillazos y al joven le hicieron lo propio y lo dieron por muerto, pero logró sobrevivir y fue así como se obtuvieron pistas de los delincuentes, quienes finalmente fueron atrapados (cuatro de cinco).

“EL CHARRAS”

El 14 de febrero de 1974 fue secuestrado y asesinado el líder sindical Efraín Calderón Lara. “El Charras”, como era popularmente conocido, fundó  los Frentes Sindical de Yucatán, Estudiantil Cultural “Jacinto Canek” y el Sindical Independiente. Era asesor de numerosos sindicatos, de los camioneros del transporte urbano, de los trabajadores del calzado, de los  trabajadores de la construcción; asesoraba también a los telefonistas, a electricistas independientes, a los trabajadores del Monte de Piedad y a muchas organizaciones más.

Testigo del secuestro fue el profesor Pedro Quijano Uc, quien relató que viajaba en un Volkswagen Sedán con “El Charras”, cuando fueron detenidos por varios elementos de la policía, quienes se llevaron al líder, cuyo cuerpo fue encontrado cinco días después, el 19 de febrero, en la carretera Carrillo Puerto-Chetumal.

Este asesinato desató la ira popular: miles de estudiantes, trabajadores y campesinos salieron a las calles a protestar pidiendo justicia, lo que dio lugar a enfrentamientos con la policía. Los responsables fueron a dar al penal de Chetumal.

PÁNFILO NOVELO MARTÍN

La mañana del 8 de enero de 2002, Pánfilo Novelo Martín, de 65 años, diputado; su hijo Miguel Ángel Novelo Burgos, de 19 años y su chofer Pedro Yam Pech, fueron ejecutados a tiros en la autopista Pisté-Kantunil cuando viajaban en una camioneta desde su natal Valladolid con rumbo a Mérida.

Tras detenerse y bajarse del vehículo —tal vez conocía a sus asesinos— el legislador fue ejecutado de varios disparos a la cabeza, quedando tirado en la yerba, a la orilla de la carretera; sus acompañantes, que también recibieron tiros en la cabeza, quedaron dentro del vehículo.

El entonces procurador de justicia Miguel Díaz, declaró que el legislador fue víctima de un grupo de profesionales que preparó “bien” el ataque.

Sobre el porqué de este triple homicidio se dijo que el diputado fue muerto por narcos porque en su último discurso en el Congreso había pedido aplicar mayor vigilancia en su natal Valladolid contra el narcomenudeo y la drogadicción en las escuelas, pero también se mencionaba como posible razón que su hijo Miguel Ángel, quien estudiaba en el Tecnológico de Monterrey, tenía nexos con narcotraficantes o deudas. El caso nunca se esclareció.

FELIPE CARRILLO PUERTO

En diciembre de 1923, cuando el régimen socialista en Yucatán naufragó a causa de la revolución De la Huertista, el gobernador Felipe Carrillo Puerto intentó huir rumbo a Cuba.

Sin armas con qué luchar y con el propósito de evitar una masacre entre sus seguidores desarmados, Carrillo Puerto emprendió la retirada hacia El Cuyo, donde esperaba recibir armas enviadas por su representante en Nueva York, Manuel Cirerol Sansores.

Sin embargo, al llegar a ese punto y no habiendo llegado las armas, Carrillo Puerto cambió de planes y tomó apresuradamente un barco alquilado por su ayudante Eligio Rosado.

Al estar ya en alta mar, el barco empezó a hacer agua, lo que los hizo regresar a la costa, pero todos capturados el 17 de diciembre de 1923 en Holbox.

Carrillo Puerto y trece acompañantes, entre los cuales tres de sus hermanos —Wilfrido, Edesio y Benjamín—, fueron llevados a Tizimín y luego a la penitenciaría Juárez de la ciudad de Mérida, para ser juzgados sumariamente por un tribunal militar y ejecutados en el Panteón Civil de Mérida en la madrugada del 3 de enero de 1924.

MANUEL ANTONIO AY

El asesinato del cacique maya Manuel Antonio Ay detonó el comienzo de la Guerra de Castas, el conflicto bélico más largo que ha tenido México. Duró 54 años, de 1847 a 1901, e inició con protestas de los pobladores mayas de la península de Yucatán que buscaban terminar con las condiciones de injusticia a las que eran sometidos.

El ataque de los mayas fue rápido y brutal: en menos de un año de campaña ocuparon la totalidad del actual estado de Quintana Roo y gran parte de Yucatán.

En el conflicto, entre tropas del gobierno de Yucatán, gobierno federal, rebeldes mayas y civiles en general, se estima que murieron aproximadamente 300 mil personas.

LUCAS DE GÁLVEZ

El 22 de junio de 1792 los vecinos del barrio de San Juan dormían plácidamente cuando percibieron sobresaltados el galopar de un caballo, que finalmente hizo alto en el atrio de la Ermita, donde un embozado le aguardaba. Acababa de sonar el toque de queda.

El jinete era Manuel Alonso López, quien acababa de asesinar al gobernador y capitán general Lucas de Gálvez, a quien se recuerda por su progresista administración de 1789 a 1799. La víctima, de 53 años de edad, fue sorprendida cuando viajaba en su calesa de regreso a su casa.

El embozado era nada menos que el director intelectual del crimen, Esteban de Castro. Más tarde, toda la ciudad despertaba con los dobles de la campana grande de catedral y 21 cañonazos en la ciudadela de San Benito que anunciaban al pueblo la noticia.

Nunca se supieron los verdaderos motivos del crimen.

JACINTO CANEK

Jacinto Uc de los Santos, mejor conocido como Canek, nació en el barrio de San Román, en Campeche. Con un fraile franciscano aprendió a leer y escribir, y con él vino a Mérida y lo acompañó en el convento de San Francisco El Grande. Por levantisco lo arrojaron los frailes del monasterio y rodó por varios oficios hasta que se dedicó al de panadero en el barrio de indios de Santiago.

Allí se comenzó a rodear de amigos que lo escuchaban y lo secundaban. En noviembre de 1761 se celebraba en el pueblo de Cisteil la fiesta anual a la que acudió Canek, donde por un incidente da muerte al español Diego Pacheco. Jacinto organizó una revuelta en el cementerio del pueblo. La noche del 20 de noviembre llegaron tropas enviadas desde Mérida que son recibidas por los indios comandados por Canek, quienes levantaron trincheras y encerraron en las casas reales a mujeres, ancianos y niños.

El 26 de noviembre de 1761 se registró en Cisteil una de las más largas y sangrientas batallas entre los mayas y conquistadores. Canek fue derrotado y hecho prisionero el día 27. Traído a Mérida, fue sentenciado a morir en la Plaza Grande el 14 de diciembre. Fue torturado de tal manera que ninguno de los historiadores se atrevió a describirlo.

Texto: Manuel Pool

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