Así se vive “La Semana Santa” en Mérida

Después de que el año pasado se llevó a cabo la Misa de Jueves Santo a puerta cerrada y con menos asistencia, ayer, de nueva cuenta, familiares y colaboradores de diferentes grupos apostólicos, se dieron cita en el Centro de Readaptación Social de Mérida para participar en esta ceremonia en la que se recordó la humildad con la que en vísperas de su crucifixión, Jesús, lavó los pies de sus apóstoles en señal de amor y entrega, dejándonos un ejemplo a seguir.

Y rememorando este acto, el Arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, hizo lo propio con una docena de internos, entre ellos tres mujeres, que representaron a los apóstoles en la celebración litúrgica en la que se recuerda la institución de tres cosas: de la eucaristía, del sacerdocio y del mandamiento nuevo de amarnos los unos a los otros como Cristo nos amó.

“Solo Cristo nos amó hasta el extremo, y él es el modelo a seguir, si quieres amar de verdad, mira siempre la cruz de Cristo e inspírate”, subrayó el Arzobispo quien en la ceremonia litúrgica estuvo acompañado de los párrocos, Alberto José Ávila Cervera y Estéfano Redaelli.

“Por eso escuchamos el Evangelio de San Juan, que nos narra el lavatorio de los pies y que se acostumbra a repetir de una manera simbólica con doce personas” dijo Monseñor Rodríguez Vega, quien recordó que el oficio de lavar los pies a otros era propio de esclavos.

 

 

“Así es que cualquier trabajo que hagamos aquí o donde quiera, por más humilde que sea en favor de los demás, se asemeja al amor de Cristo, humilde hasta lavar los pies de sus discípulos, humilde y obediente hasta llegar al calvario”, expresó Rodríguez Vega quien externó su alegría por regresar al centro penitenciario como cada jueves Santo y los días 24 de diciembre para celebrar el Nacimiento de Jesús.

Más adelante, en una breve entrevista con los representantes de los medios de comunicación que se dieron cita en el penal meridano monseñor Rodríguez destacó que la vivencia de la fe, es lo que fortalece a los internos para sobrellevar el encierro y todo lo que implica.

“Hay muchos de ellos que aquí aprenden a encontrar la libertad interior, el gozo de conocer al señor, de fortalecerse en la fe y, por lo tanto, hacer más llevadera su estancia en este lugar”, dijo el prelado, quien recalcó que cualquier sufrimiento, enfermedad o cualquier otro problema que tengamos, nos da la oportunidad de unirnos a la cruz de nuestro señor Jesucristo, porque él se hace presente.

“El dijo: estuve enfermo y me fueron a ver, estuve preso y me fueron a visitar, así es que en el enfermo, el humilde, en el necesitado allí, Cristo se hace presente, y por eso, todo el que sufre, todo el que está enfermo debe sentirse de alguna manera agradecido y digno por ser una representación de nuestro señor Jesucristo”, dijo Monseñor Rodríguez citando el evangelio de Mateo.

 

 

Y un ejemplo de la manera en la que se expresa el amor al prójimo y el deseo de ayudar a que sean mejor las condiciones de quienes se encuentran privados de su libertad en el Cereso meridano, es la que nos ofrecen los grupos juveniles Kolbe y Carisma que realizan labores de apostolado en este lugar, donde visitan a los hermanos, como les llaman a los internos para abordar temas doctrinales de la iglesia, pero también relacionados con la autoestima y otros similares.

Fue en la misa de este jueves Santo que conocimos a la joven Alejandrina Castillo, integrante del grupo Carisma, y quién desde hace 7 años visita el penal.

“Antes de la pandemia veníamos cada sábado, luego se suspendieron por completo las visitas, y posteriormente se fueron reanudando solamente en ocasiones especiales. Después, una vez al mes y en la actualidad, venimos al penal cada 15 días”, detalló la joven, quien dice convencida de que en el Penal “se vive a Dios de una forma hermosa”.

En este sentido, explicó que no el cien por ciento de los internos participa, pero los que lo hacen, se interesan por preguntar qué es lo que se va a hacer y recalca que no tiene necesidad de que se les llame la atención para estar sentados atendiendo a la misa o a en las actividades que realizan.

“Al principio mi familia no entendía por qué quería venir al penal, la gente piensa que en el reclusorio hay pura gente mala, que es como las películas, con rejas, que están todos vestidos con su uniforme y que hay puras peleas, pero luego vieron que yo salía feliz, con todas las experiencias que les platicaba y las reflexiones tan hermosas que nos comparten los hermanos, entonces ellos entendieron que es un lugar muy especial donde se pueda vivir a Dios de una forma muy bonita”, apuntó la chica quien dijo que al terminar la misa, se organizó una plática para hablar de la importancia de El triduo Pascual.

 

 

“El Triduo Pascual, hoy inició con el jueves Santo, día en el que como se ha mencionado se celebran la institución de la eucaristía, la institución del sacerdocio y la institución del mandamiento nuevo, el Viernes Santo, día de la adoración de la Santa Cruz, recordando el día en que nuestro señor abrazó la cruz y fue crucificado para salvarnos, y el sábado por la noche cuando celebramos la Pascua o el paso de la muerte a la resurrección del señor” explicó.

En este sentido, el director del Cereso de Mérida, Francisco Javier Brito Herrera informó que las actividades de la Semana Santa continuarán hoy viernes con la representación del Vía Crucis que recorrerá varios puntos del centro penitenciario representando la pasión de Cristo.

Se contará con la participación de 30 personas privadas de la libertad encargados, de dar vida a los personajes del pasaje bíblico, y posteriormente se llevará a cabo la liturgia de las 7 palabras. En la representación participarán los 12 internos que este jueves recibieron el lavado de pies: Aaron C. B., Luis D. A., Eduardo R. C., Geovana O. M., Liliana T. P., Bertha S. K., Aldair M.P., Jorge O. A., Eulogio C. M., José P.C., Mario D. V. y Juan C.P.

El programa de Semana Santa concluirá en el Cereso de Mérida el sábado con la misa de resurrección que presidirá el Obispo Auxiliar de Yucatán, Pedro Mena Díaz, y el domingo, como es costumbre, las personas privadas de la libertad podrán recibir la visita de sus familiares.

 

Texto y Fotos: Manuel Pool