Astrónoma mexicana descarta daños por el eclipse: El único efecto es el emocional

El eclipse solar total que vivirá México este lunes no traerá efectos adversos para las personas, solo el factor emocional “de experimentar el fenómeno”, según señala la doctora en Astronomía de la Universidad Iberoamericana Lorena Arias este domingo en una entrevista con EFE.

“Estoy convencida de que, para los seres humanos, el único efecto es el emocional, en el sentido de experimentar este fenómeno y emocionarse”, sostiene.

Aunque el eclipse será en toda Norteamérica, México se considera el mejor país para apreciarlo, según el Instituto de Geofísica (IGEF) de la UNAM.

Los estados en los que se observará al 100 % son Coahuila, Durango y Sinaloa, los tres en el norte del país, aunque la experta menciona que la capital mexicana también participará de la experiencia.

Arias reconoce las creencias ancestrales que rodean a los eclipses, como que una divinidad mordía al Sol, difundida por la cultura indígena mexica, y las ubica en épocas donde “no había el conocimiento” suficiente sobre el Universo. “Por supuesto que, si en el día, se te oscurece unos minutos, pues cualquier explicación que le quieras encontrar no será suficiente. Esto lleva, obviamente, a creencias y a miedos”, asegura en relación con esos tiempos antiguos.

Esta inocuidad se extiende al resto de seres vivos, defiende Arias, porque “no saben que está ocurriendo un eclipse”, aunque explica que sí altera algunas funciones vitales porque, al reducirse sustancialmente la luz, pueden entender que ya no es de día.

La también académica del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana explica que hay dos maneras de observar el eclipse, que durará unos cuatro minutos.

La más segura es la indirecta, que consiste en recortar un círculo en un cartón, “hacer pasar la luz a través del orificio” y proyectar en “una especie de pantalla” la imagen del sol.

“Sin duda, es más bonito observar una imagen directa”, reconoce, por lo que es necesario usar gafas con un filtro especial “que rechace la mayor parte de la luz” y que cumplan con la certificación ISO 12312-2.

Texto y foto: Agencias