Atrévete a soñar

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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Kimia es una joven nacida en la ciudad de Karaj al oeste de Teherán, con apenas 18 años ganó la medalla de bronce en la categoría -57kg de Tae Kwon Do en los Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro en el 2016, convirtiéndose en la única mujer deportista de Irán en colgarse un metal olímpico. Su palmarés también incluye una mellada de bronce y una de plata en Campeonatos Mundiales conseguidos en 2015 y 2017, y una medalla de bronce del Campeonato Asiático en 2018.

En enero del 2020, con los Juegos Olímpicos de Tokio cerca, se dio a conocer la noticia de que la atleta iraní, Kimia Alizadeh, había decidido renunciar a seguir representando a su país en cualquier competición deportiva. Decisión que resultó difícil de tomar pero que significó ir en congruencia con sus pensamientos.

A pesar de los logros deportivos en nombre de su país, Kimia no es ajena a la realidad que viven las mujeres en los países árabes y en medio de la tensión que se había generado por el conflicto con Estados Unidos, la joven deportista tomó la decisión de dejar Irán a modo de protesta por la diferencia de derechos y oportunidades a las que tienen acceso las mujeres.

En el anuncio oficial colocado en su cuenta de Instagram expresó lo dificil de dejar sus raíces, su pasado, de dejar toda su vida a cambio de ser una voz de lucha. El deporte quizá es el segundo plano cuando el tema central es lo que viven las niñas, jóvenes y mujeres durante el día a día en su país.

“Soy una de las millones de mujeres oprimidas en Irán”, mencionó en la misma carta donde demanda la forma en la que su logro histórico conseguido en Brasil fue utilizado a manera de propaganda impulsando el uso del velo. Ser una deportista destacada a nivel mundial no fue sinónimo de tener mejores oportunidades como mujer.

Cuando faltaban 6 meses para los Juegos Olímpicos de Tokio, que inicialmente se pensaban para julio de 2020, Kimia no tiene certeza de si podría competir representando a una nueva nación. Su historia y la de otros cuatro atletas ha sido contada por la directora y activista siria nominada al óscar, Wael Al-Farraj, en el documental “Nos atrevemos a soñar” que fue estrenado este fin de semana durante el Tribeca Film Festival.

En esta producción conoceremos la odisea que tuvieron que vivir atletas de diferentes disciplinas para obtener un lugar en el equipo olímpico de refugiados que estarían presentes en Tokio. Narrando en primera persona lo que significa el deporte en sus vidas y los motivos por los cuales tuvieron que dejar sus países nos ayudan a reflexionar sobre las desigualdades que hay en un mundo donde se necesita de coraje para convertirse en medallista olímpico, pero requiere de mucho valor ser fiel a nuestros ideales y, principalmente, para atrevernos a perseguir nuestros sueños.