Ausentismo y rotación laboral, los costos ocultos de una mala salud mental

Algunas personas tienen la habilidad de dar giros de 180 grados a su estado emocional, esto es, tener una discusión en casa, recibir una mala noticia y en cuestión de horas estar en el trabajo concentrados en su labor, pero no todos son así.

Siempre ha sido muy común escuchar la frase “deja tus problemas personales en la puerta de la oficina, y los de la oficina afuera de la puerta de tu casa”, pero ¿realmente se puede hacer eso? Si un trabajador tiene un problema personal, ¿este no tendrá impacto en sus labores?

Esto se convierte en un tema importante y mucho más profundo cuando se habla de salud mental y cómo incide en indicadores importantes que le hacen ganar o perder  dinero a las empresas.

El pasado 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental y este año la temática fue priorizar la salud mental en el espacio de trabajo; una de las reflexiones es en torno al impacto de una mala salud mental en la disminución del rendimiento, ausentismo laboral y aumento de la rotación del personal.

En lo anterior coincide la Organización Panamericana de la Salud (OPS), pues una mala salud mental puede provocar que el trabajador no rinda, falte a su centro de trabajo o se cambie de trabajo frecuentemente en poco tiempo. Si bien, no necesariamente el trabajo detona los problemas de salud mental, sí puede ser un espacio donde se desarrolle con frecuencia.

“En todo el mundo, trabajadores, familias, empresas y economías enteras sufren el impacto de los problemas de salud mental, independientemente que hayan sido causados por el trabajo”, explicó la OPS en el documento “Salud mental en el trabajo”. Más aún, dice, un entorno de trabajo seguro y saludable favorece la salud mental y una buena salud mental permite trabajar de forma productiva; por el contrario, un entorno de trabajo inseguro puede minar la salud mental.

“Esto puede interferir en la capacidad laboral de una persona si no recibe apoyo. Sin estructuras y apoyo eficaces, y a pesar de la voluntad de trabajar, el impacto de los trastornos sin apoyo, pueden afectar a la confianza en uno mismo, el disfrute del trabajo, la capacidad laboral, las ausencias y la capacidad de encontrar empleo”, explican.

Datos a destacar

La rotación de personal en las empresas es la última parte de la película, porque antes de eso hubo un alto índice de ausentismo, además de que se registró otro indicador en el trabajador, que hacia sus labores sin ganas de hacerlas. 

Las empresas deben asumir la responsabilidad de atender la salud mental de sus colaboradores porque está directamente relacionada con los buenos resultados del negocio, además de romper con los estigmas sociales que aún prevalecen.

Texto: Darwin Ail

Fotos: Cortesía