Mario Barghomz
mbarghomz2012@hotmail.com
Veo que hoy en día la mayoría tiene un gran prejuicio sobre la edad. Lo que no pasaba hace un par de generaciones, las de nuestros padres y abuelos. Ser viejo o joven parece hoy estar lleno de clichés y paradigmas sobre lo que deben ser unos y otros en un “dicto simpliciter” que determina de modo tajante el ser uno o ser otro, sin más excepción que lo que dicta la máxima misma de la falacia. Las falacias como ésta son apreciaciones de juicio erróneas que caben solo dentro de un prejuicio moral generalizado, pero no en aquello con un razonamiento o conciencia más epistemológica como lo explica Platón en el “mito de la caverna”.
Abordo el tema porque cada vez es más común la diferencia de juicio entre “capullos” (así llamaba Steve Jobs a los más jóvenes que creían saber sin saber realmente) y adultos, a partir de lo que se establece un sesgo de juicio entre unos y otros.
Llamar imberbe (capullo) a un joven es tanto como decirle idiota si esa es la intención del adjetivo. Así como también llamar “chavo ruco” a una persona mayor para demeritar su edad o su apariencia de manera irónica.
Mick Jagger acaba de cumplir 82 años y tiene una novia, Melanie Hamrick, de 34 años. Y eso a muchos parece incomodarles desde su perspectiva y prejuicio. Sobre todo cuando se le hacen preguntas a ella sobre su diferencia de edad con Jagger.
Jagger parece tener una edad biológica (orgánica) de unos cuarenta o cincuenta años. Aunque actualmente también ser joven o viejo es muy relativo como le diría Protágoras a Sócrates. Que haga frío no quiere decir que todos los sientan. Y que alguien sea joven o sea mayor tampoco quiere decir que una cosa o la otra, sea mejor o buena. Así como hay jóvenes que parecen no estar creciendo nunca, sobre todo intelectualmente, hay también viejos que han aprendido a mantenerse sanos y conservar un gran espíritu dentro de una espléndida apariencia.
Es el caso de Jagger, uno de los hombres, para su edad, más dinámicos, activos y saludables del planeta. Y quizá sea Jagger, me atrevo a decirlo, el mejor ejemplo de vitalidad y dinamismo del mundo.
Me parece simplemente extraordinario ver como gente de 70 o de 80 años actúan como si no los tuvieran. Y no porque quieran aparentar ser más jóvenes. Mick no lo aparenta y ni siquiera creo que le importe. Él ya fue joven alguna vez, pero ahora es un gran viejo, de esos a los que algunos han dado en llamar también “super ancianos”. Y siendo mujer, como Melanie, ¿cómo no querer estar con un hombre que le transmita esa energía y vitalidad de vida?
Asimismo, hay otros más jóvenes, perezosos y holgazanes, sin humor o casi siempre enfermos o aburridos, que la edad no les ayuda para mantenerse con un mejor ánimo de espíritu y ser menos tóxicos o triviales en sus relaciones y estilo de vida.
Habría que aprender a bailar como Jagger que, a sus 82 años, sigue bailando como nadie. Sigue siendo ya no aquella figura de los años sesenta del siglo pasado, sino un tipo con una longevidad extraordinaria que cualquier otro mortal querría para su vida.
La juventud (hay que aprenderlo) no lo es todo, sino es apenas un paso y un puente entre aquello que se vive en la primera parte de la vida, y lo otro que será la consecuencia, buena o mala, de todas nuestras decisiones.




