Punto y aparte de que el Shakhtar no sea un equipo poderoso (por así decirlo) en la UEFA Champions League, hay que tomar en cuenta que en el grupo “D” el Real Madrid ponía al Sheriff como conjunto más débil, del que supuestamente menos debía preocuparse y fue este quien le venció en propia casa. Por ende, los de Ancelotti hubiesen hecho mal de confiarse y dar por sentado al conjunto ucraniano, pues la sorpresa ya les había caído una vez y pudo suceder de nuevo.
Sin embargo, no fue así. Pude ver a un Real Madrid que salió a la cancha con la mente fría, madura y sin precipitaciones en sus jugadas. Tratando de generar espacios sin arriesgar de más y contragolpeando sin olvidar la defensa; un juego bastante conservador.
Ya con el gol del Shakhtar en propia puerta que abrió el marcador, los merengues comenzaron a ir hacia delante sin detenimiento alguno. La confianza que obtuvieron en la delantera hizo parecer que estaban jugando una “cascarita” en el parque del vecindario. Sin exagerar con elogios a un Vinicius, que definitivamente no nos tiene acostumbrados a este tipo de representaciones, creo que el número 20 del Real Madrid demostró lo que puede llegar a hacer para su equipo. Formuló un doblete y una asistencia que nos pone a pensar o a desear más bien que siempre juegue de esa forma para que las críticas se le terminen o al menos le vayan disminuyendo; pero lo dudo, todavía le falta mucho al brasileño, aún está verde.
Pero bueno, por su parte el conjunto blanco sumó tres puntos sobrepasando de manera estrepitosa al Shakhtar. El resultado terminó siendo aparatoso con cinco goles para los madridistas con anotaciones de Serhiy Kryvtsov (en contra), Vinicius (2), Rodrygo y Karim Benzema. Para los merengues sería conveniente que el Inter vuelva a ganar en su siguiente encuentro para mandar abajo en puntos al Sheriff y repetir el baile que se lucieron ayer en Kiev ante el Shakhtar, pero ahora en Madrid, para irse arriba del grupo con nueve puntos.
