Las ballenas piloto que recalaron en las costas del puerto de Celestún pudieron retomar su ruta a aguas profundas, sin que estas resultaran afectadas, según confirmaron autoridades ambientales.
Al respecto, el encargado de la oficina de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Yucatán, Alberto González, confirmó que algunos se vararon, pero con el apoyo de las autoridades e instituciones que intervinieron para regresarlas al mar, fue posible que estos animales no se quedaran atrapados en la playa.
Según el entrevistado, el mal tiempo que dejó el paso de un frente frío incidió para que se acercaran a la costa.
“Es normal que pase esto por las corrientes, por el viento, las mareas y los animales se pierden de su rumbo y tienden a pegarse a la costa. Una vez estando allá, las mismas mareas hacen que no puedan regresar”, explicó.
Segundo varamiento
Como se informó, el martes ballenas piloto recalcaron en la costa de Celestún, donde fueron avistadas cerca del puerto de abrigo de esta comunidad, pero gracias a la intervención de la Marina y los pescadores, los animales pudieron retornar a su hábitat.
Este fue el segundo varamiento de organismos vivos que necesitaron apoyo para retornar al mar. A mediados de enero, dos delfines hembra quedaron varadas en Telchac Puerto, aunque dos días después fueron liberados después de recibir atención.
El titular de Profepa insistió en que son muchos los factores que inciden en este tipo de sucesos.
“Es difícil señalar una causa específica, pero todos los factores son importantes”, explicó, refiriéndose a la temperatura, marea, viento y enfermedades de los mamíferos, que también presentaban heridas en el caso de los delfines.
Se llamó a la población a evitar entrar en contacto con organismos marinos varados, pues se reconoció que intentar ayudarlos puede resultar contraproducente para estos, por lo que se pidió reportar el suceso para que especialistas sean quienes apliquen los protocolos pertinentes para evitar daños mayores.
Texto y foto: Acom