Con la encomienda de mantener los compromisos políticos, financieros y militares asumidos con Ucrania ante la invasión rusa, Bélgica, socio fundador de la Unión Europea, asume este 1 de enero las riendas de la presidencia semestral europea.
Como titular de la presidencia del Consejo de la Unión, también debe encontrar el punto de equilibrio al interior del bloque frente a la destructiva ofensiva de Israel en la Franja de Gaza, en represalia por el sanguinario ataque terrorista perpetrado por los radicales palestinos de Hamas.
Entre las principales tareas del reinado, está la de actuar como mediador en la búsqueda de compromisos entre los Estados miembros.
Tiene enfrente una larga agenda legislativa, más de 150 archivos. El desafío radica en que el tiempo es limitado, máximo siete semas para arrojar resultados.
Del 6 al 9 de junio habrá elecciones para elegir la nueva composición del Parlamento Europeo, y los eurodiputados, alrededor del mes de marzo, estarán haciendo campaña en lugar de ocuparse de los encargos hechos a la asamblea.
De acuerdo con el premier belga Alexander de Croo, el programa de trabajo está centrado en protección ciudadana, es decir, apoyo para Ucrania ante la invasión rusa, reforzamiento de las fronteras, fortalecimiento de las capacidades sanitarias, y protección del Estado de derecho.
Otro es fortalecimiento económico. “Tenemos una necesidad urgente de aumentar la competitividad de la UE a nivel global, al mismo tiempo que afrontamos el desafío de una transición económica verde, digital y justa”, afirmó De Croo.
Texto y foto: Agencias