El desánimo y la impotencia se extiende entre los bomberos que llevan dos semanas luchando sin éxito por contener las llamas en región griega de Evros
El desánimo y la impotencia se extiende entre los bomberos que llevan dos semanas luchando sin éxito por contener las llamas en el gran incendio de la región griega de Evros. “Hay cosas que nos superan. No podemos apagarlo, la sequía es terrible y la dinámica del incendio también. No es una cuestión de incompetencia, ojalá lo fuera para poder arreglarlo”, dijo ayer un alto cargo de los bomberos al diario Kathimerini.
En su estimación, no ha habido fallos operativos, el fuego se ha vuelto incontrolable por una serie de condiciones desfavorables que han propiciado su propagación.
En la zona operan 582 bomberos con un centenar de vehículos, seis aviones cisterna y dos helicópteros. Entre esos equipos, hay varios de otros países de la Unión Europea (UE) que han acudido para ayudar a su colegas helenos en el marco del mecanismo comunitario de respuesta de emergencia.
Con más de 80,000 hectáreas calcinadas por las llamas desde que se declaró el 19 de agosto, el de Evros es el mayor incendio registrado en Europa desde el año 2000. Si el jueves, los causaron rebrotes del fuego y complicaron las labores de extinción, hoy la complicación la causó el denso humo que impidió operar a los medios aéreos. Seis hidroaviones y dos helicópteros que despegaron a primera hora del día tuvieron que regresar a su base sin cumplir su misión debido a “la espesa humareda”.
Además del humo, la situación en esta zona se ve agravada por vientos cambiantes.
Cada vez más expertos opinan que de momento no existe capacidad para extinguir este incendio.
“¿Por qué no se extingue el incendio?, si se cometieron errores, que se diga (…) Se convirtió en un megaincendio, por eso no se apaga”, manifestó el jueves el primer ministro griego, Kyriacos Mitsotakis.
Texto y foto: EFE