Muchos se han de acordar de un humilde carrito de perros calientes que se ponía en una de las esquinas del Hospital Juárez. Allí trabajaba como empleado don Manuel Moisés Quiroz Rojas. De esto han pasado ya 31 años, era el año de 1988 cuando aquel joven apenas que apenas llegaba de la Sierra Mixe de Oaxaca comenzó en este mundo gastronómico que, a la fecha, le ha dado grandes satisfacciones, pues ahora, ya con local propio y cambiando el giro hacia las hamburguesas, su fama ha crecido en la zona, y desde diversos puntos de la ciudad a diario llegan clientes buscando ese sabor tan especial que tienen los productos que a diario y en familia se preparan de manera completamente artesanal.
En amena plática con el equipo de Punto Medio, don Manuel, reconoció que de no haber sido porque en el año de 1995, la autoridad los retiró del lugar para dárselo a otra persona, él no hubiera podido crecer empresarialmente, como lo ha logrado al día de hoy con “Burguer Quiroz”.
—Nos quitaron el carrito con mercancía fue una arbitrariedad que lamentamos mucho, pero ese momento amargo se convirtió en una motivación para mejorar y así tuve la oportunidad de buscar este local, donde mejoramos las hamburguesas que aprendí a hacer con David Miranda Gamboa, que ya falleció y quien era mi patrón — recordó con gratitud.
La cuestión es que con mucho esfuerzo y amor a su trabajo, Manuel levantó su negocio que fundó en 1995 con el nombre de Burguer Quiroz, y con el paso del tiempo logró adquirir la propiedad donde en la actualidad trabaja con su hijo Moisés, sus otros hijos ya se independizaron y cuentan con negocios similares en otros puntos de la ciudad.
—Es muy satisfactorio porque de atender a la gente en una banquita y en la calle pasamos a tener este local donde pueden comer con su ventilador y cómodos en su mesa —indicó el entrevistado quien se desvive porque su clientela tenga detalles muy especiales de su parte como el café gratuito todos los días.
El menú se compone de una hamburguesa sencilla, que es sencilla sólo de nombre porque lleva hasta chorizo, y que se ofrecen a un precio de 26 pesos, y si el cliente gusta le puede añadir una o dos carnes adicionales por un precio de diez pesos cada una.
Hay hawaianas con piña o tocino que son las más buscadas, pero además los clientes pueden disfrutar de una torta de pierna con jamón, queso y aguacate del tamaño de un submarino o de una barra y que cuesta solo 35 pesos.
—Pero sin duda que una de las que más se venden son las tortas populares que están al alcance de cualquier bolsillo y que por 14 pesos se lleva una torta muy bien servida con doble queso y doble jamón y hasta chorizo —explicó el entrevistado quien comentó que es un compromiso ofrecer al público que no tienen tanto recurso para comer algo sabroso y buen servido.
Es la manera que tenemos de agradecerle al público su preferencia, especialmente para los niños, que van a ser nuestros clientes de mañana, dijo Manuel, quien recordó que este 30 de abril se prepararon mil hamburguesas de tamaño pequeño que junto con un juguito de frutas o uno de chocolate se obsequiaron a todos los chiquillos que pasaron por el local y a los del rumbo.
Texto y fotos: Manuel Pool Moguel