El Centro de Investigaciones Regionales (CIR) “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady trabaja en el desarrollo de una prueba rápida y de bajo costo que permita diagnosticar si una persona está infectada con Rickettsia, enfermedad transmitida por picadura de garrapata o pulga y en algunas ocasiones por piojos.
En entrevista, el profesor investigador del Laboratorio de Enfermedades Emergentes y Reemergentes del Cir-Uady, Cesar Lugo Caballero, advirtió que este padecimiento puede tener consecuencias graves si no es atendido de inmediato, ya que en México no es ampliamente conocida y su difusión es poca, incluso a menudo es confundido con el dengue, zika y chinkungunya.
“Una vez que infecta al humano entra a las células que cubren los vasos sanguíneos provocando en los primeros días síntomas como dolor de cabeza, fiebre, dolor de cuerpo, entre otros, los cuales son muy parecidos a cualquier tipo de infección”, abundó.
En este sentido, señaló que este es el desafío para los servicios de salud pues sus síntomas pueden confundirse y un obstáculo adicional es que los pacientes a menudo no perciben cuando, particularmente, una garrapata les muerde.
“La meta del proyecto es lograr una detección lo más rápida posible y a bajo costo, pues suele ser muy costosa y tardada”, puntualizó.
El académico recordó que actualmente la Rickettsia se detecta vía PCR, un método que requiere instrumental especializado y personal capacitado, pero que no ofrece resultados inmediatos.
“Por el momento, esta prueba de PCR se hace aquí en el laboratorio de enfermedades emergentes y reemergentes, pero los trabajos continúan para lograr obtener una detección rápida”, afirmó.
En tal sentido, continuó, la muestra que se quiere desarrollar en dicha estancia sería algo que pudieran tener las y los médicos en su consultorio y que desde el primer contacto con el paciente se haga la determinación.
“Pensamos en una prueba ya sea como una tira reactiva o algo similar al manejo de un glucómetro, instrumento que se utiliza para medir el nivel de azúcar, sin embargo, esto va a depender del sistema de detección que se le añada a la molécula que aislamos”, explicó.
Resaltó que el diagnóstico es vital, ya que el personal de salud tiene un margen de respuesta muy limitado y el período de incubación es de siete a 14 días, aunque puede ser más corto, lo cual agravaría la infección.
Aseveró que los efectos varían de moderados a severos, no obstante, sino se diagnostica oportunamente se agrava e incluso una persona que sobreviva a esta enfermedad puede sufrir secuelas.
Texto y foto: Agencia