Cabalam Macari, una vida a la ganadería, henequén y azúcar

Uno de los pilares de la ganadería, del cultivo del henequén y del azúcar fue el empresario Cabalam Macari Tayún. Fue el único hijo del matrimonio formado por Juan Macari y Susana Tayún.

Nació en Zghart, Líbano, el 5 de abril de 1889, sus padres fallecieron cuando apenas era pequeño, por lo que fue llevado a un orfanato; desde aquella época comenzó a aflorar su espíritu altruista, siempre ayudando a niños más pequeños y desprotegidos.

En 1903, con 14 años se embarcó con destino a México llegando al puerto de Tampico y de ahí se trasladó a la capital donde se reencontró con Zahía Canán, a quien conoció en la niñez y que años más tarde se convertiría en su esposa.

Tiempo después el matrimonio se mudaría a Pachuca donde nacieron sus hijos Juan y Anís Macari Canán, quienes años después se mudaron a Mérida.

Entre los negocios que emprendió el empresario figuraron la Cordelería “San Juan”, primera cordelería en el Estado. 

El auge del henequén en Yucatán se debió a varios factores, incluyendo la creciente demanda global de fibras duras como el henequén, la adaptabilidad de la planta al clima y suelo yucateco, y la expansión de la industria hacendaria, que se enfocó en la producción de esta planta. El henequén u “oro verde” como se le llamaba en Yucatán, se convirtió en un producto clave para la economía de la región debido a su resistencia y durabilidad. 

La fibra de henequén se utilizaba para fabricar cuerdas, sacos, alfombras y otros productos, y su demanda creció a nivel internacional, especialmente en Estados Unidos. 

Además, la región de Yucatán, especialmente el norte de la península, se prestaba muy bien para el cultivo del henequén, con un clima cálido y seco que favorecía su crecimiento. 

Las haciendas yucatecas, que eran grandes propiedades agrícolas que se enfocaron en la producción de henequén, lo que impulsó la industria y la economía de la región. 

En resumen, el auge del henequén en Yucatán se debió a la combinación de la creciente demanda global, la adaptabilidad de la planta al clima y suelo yucateco, y a la expansión de la industria hacendaria, que enfocó la producción de esta planta para la economía regional.

Inquieto, Macari Tayún también fue empresario azucarero, con el ingenio La Joya, en Campeche y sus ranchos ganaderos en el oriente del Estado.

El hombre falleció un 24 de febrero de 1962 en Ciudad de México.

datos a destacar

– El auge del henequén en Yucatán se debió a varios factores, incluyendo la creciente demanda global de fibras duras, la adaptabilidad de la planta al clima y suelo yucateco, y la expansión de la industria hacendaria, que se enfocó en la producción de esta planta. 

– El henequén u “oro verde” como se le llamaba en Yucatán, se convirtió en un producto clave para la economía de la región, debido a su resistencia y durabilidad. 

– La fibra de henequén se utilizaba para  abricar cuerdas, sacos, alfombras y otros productos, y su demanda creció a nivel internacional, especialmente en Estados Unidos. 

Texto y fotos: Darwin Ail