Cae confianza empresarial en el sector de la construcción

Las noticias en el sector empresarial no son buenas para el país. El Inegi dio a conocer los Indicadores de Confianza Empresarial (ICE) correspondientes a febrero, que arrojaron una caída de la industria de la manufactura de 0.8 puntos respecto al año anterior. La construcción también bajó 1.1, mientras que el comercio, 0.5%.

Los indicadores se elaboran a través de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), los cuales permiten conocer, casi inmediatamente, después de terminado el mes de referencia, la opinión de los directivos empresariales sobre la situación económica que se presenta, tanto en el país como en sus firmas.

En el sector manufacturero se entrevistaron a mil 492; construcción, 239; comercio, 532 y servicios privados no financieros, mil 193.

Entre los indicadores de confianza en el sector manufacturero que se evaluó se encuentra si es momento adecuado de invertir se obtuvo 38.3 puntos, el cual representa 1.6 menos que en enero y 10.3 menos que febrero del año anterior.

En el comercio y sus componentes, la cifra es menor al mes que se informa con 29 puntos, .2 más que en enero y 5.2 menos que en 2019.  En el sector de la construcción se tienen 25 puntos como momento adecuado para invertir, lo que representa .8 % superior a enero y 7.7 menos que en febrero del 2019.

Estas cifras pueden traducirse en la situación que está pasando el país, la poca inversión pública y los problemas que se han generado en el mundo, como la reciente epidemia llamada coronavirus, aunque parece aislado, ha puesto nerviosos a los mercados.

La situación no es nueva, ya que desde octubre se viene registrando una caída en la desconfianza. Cabe resaltar una opinión que hizo el magnate de negocios más importante, Carlos Slim, en su momento replicada por la revista Forbes: la confianza o la falta de ella no afecta a la inversión.

Él tiene una idea de lo que es generar inversión en cualquier de sus tipos: financiera, empresarial y pública. En la primera si es importante que haya confianza; en la segunda se guía no por la confianza en las condiciones, sino por el estado del mercado.

“El empresario invierte no por confianza o desconfianza, el empresario invierte si tiene demanda, si le compran su mercancía, sus servicios; y frena la inversión si no hay demanda, para qué invierte”, se lee en la publicación.

Texto: Jesús Gómez

Foto: Agencias

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