Caifanes deja el exilio musical y saca del baúl sus canciones clásicas

Caifanes ofreció una presentación de 80 minutos en la cual sus canciones clásicas fueron las protagonistas que contó con el coro de 500 personas, las afortunadas de una dinámica lanzada por la estación de radio RMX.

En punto de la nueve de la noche las luces del recinto se apagaron y la tocada rockera estaba por comenzar. Caifanes estaba en el escenario y las notas de ‘Afuera’, que arrancaron el canto unísono, eran prueba de eso.

Saúl Hernández, Diego Herrera, Sabo Romo y Alfonso André, acompañados por Rodrigo Baills, dieron rienda suelta a temas como ‘Nubes’ y ‘Miedo’, las cuales hicieron que el público saltara y cantara cimbrando el recinto.

‘Ayer me dijo un ave’, ‘Heridos’ –la primera canción que lanzan en 25 años-, ‘Mátenme porque me muero’, ‘Amanece’ y ‘Los Dioses Ocultos’ completaban el repertorio de la velada que Caifanes disfrutaba ofrecer.

Así, con ‘No dejes qué’ y ‘Nos vamos juntos’, los Caifanes dijeron adiós a sus fans, pero el grito de “otra, otra” fue más fuerte y consiguió que la banda regresara para dar voz a ‘La célula que explota’ y ‘La negra Tomasa’, con la cual el público no dejó de bailar.

Diego, Sabo, Alfonso, Saúl y Rodrigo le ofrecieron un aplauso a su público, les regalaron las baquetas y plumillas y se quedaron durante varios minutos firmando playeras, gorras, fotografías y cualquier cosa que sus fans les lanzaban para conseguir el recuerdo plasmado de puño y letra de Caifanes.

Por otra parte, subido en su patín del diablo, a veces solo, otras acompañado por su pequeño hijo Andrés, “el “Botello” recorría las calles de la Narvarte, saludaba a sus vecinos, se detenía a platicar; su canto acompañado del “ukulele loco” se escuchaba desde su departamento; una persona normal, muy amable, dicen quienes lo extrañan.

“Cucurrucucú nos duele porque era una persona muy educada”, repiten los vecinos de Armando Vega Gil, los encargados de negocios, su mecánico y alumno de guitarra, los empleados, quienes un lunes dejaron de ver al músico, el escritor, el antropólogo, “el Botellito” como también le decían.

Texto y foto: Agencia

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