Calma total en Buenos Aires, pese a la inminente asunción de Javier Milei

La tranquilidad es la nota predominante en los alrededores de los espacios de Buenos Aires donde el próximo domingo tendrá lugar el relevo presidencial entre el actual mandatario, Alberto Fernández, y el electo, Javier Milei.

Ni en el Congreso de la Nación, donde el economista libertario prestará juramento como presidente de Argentina por los próximos cuatro años, ni en la Casa Rosada, donde posteriormente saludará a las representaciones extranjeras, hay movimiento exterior que haga sospechar que el domingo habrá una investidura.

Según pudo comprobar EFE en ambos escenarios, no hay ningún tipo de vallado ni de elementos que permitan adivinar que el próximo domingo habrá un cambio de Gobierno para el que se espera una multitud de personas en la calle, además de numerosos invitados internacionales. El propio presidente electo, ganador del balotaje celebrado el 19 de noviembre ante el candidato oficialista, el ministro de Economía, Sergio Massa, convocó a la ciudadanía a que acuda al Congreso con una bandera argentina para celebrar este domingo una fiesta en las calles.

De hecho, lejos de la costumbre habitual de ofrecer un discurso ante la Asamblea Legislativa en el interior del Congreso, Milei pretende ofrecer una alocución desde las escalinatas del edificio legislativo para que sea el pueblo argentino el que lo escuche de manera directa. Consciente de que su poder en campaña electoral fue la forma directa de hablar y de estar en contacto con sus seguidores, el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) busca promover eso también el día de su investidura. Posteriormente, el ya jefe de Estado -quien habrá recibido de manos de Alberto Fernández el bastón y la banda presidenciales en el interior del Congreso- marchará en un vehículo descapotable en dirección a la Casa Rosada, aunque tiene la intención de cubrir un tramo a pie para seguir saludando a los ciudadanos.

Texto y foto: EFE