Cambio climático aumentará los casos de malaria y tuberculosis: Fondo Global

El calentamiento global puede causar un grave impacto a redes sanitarias y aumentar el riesgo de infección

El cambio climático intensifica el riesgo de que aumenten los casos de enfermedades tales como la malaria, la tuberculosis o el sida, advirtió Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Global, organización que desde hace 20 años está consagrada a financiar la lucha contra estas enfermedades.

El calentamiento global aumenta fenómenos climáticos extremos como huracanes, tifones o inundaciones, que pueden causar un grave impacto a redes sanitarias y aumentar el riesgo de infección de este tipo de enfermedades, destacó Sands en una rueda de prensa en la que repasó el último año de trabajo de la organización.

Además, especialmente en el caso de la malaria, puede aumentar la distribución geográfica de las regiones cálidas en la que es endémica: por ejemplo, los mosquitos que la transmiten cada vez pueden tener su hábitat a mayor altitud, a medida que sube también la temperatura media global.

En el caso de la tuberculosis, “ésta se expande con mayor facilidad en zonas con alta concentración de gente sin adecuada alimentación y alojamiento”, por ejemplo en comunidades de desplazados por desastres climáticos, subrayó Sands.

Respecto a la malaria, el director ejecutivo subrayó que está aumentando su contención en regiones como Centroamérica (un país de la zona, El Salvador, fue declarado libre de esta enfermedad recientemente), pero alertó de su avance en Venezuela, también con problemas para controlar la tuberculosis y el VIH/sida.

El Fondo Global, que presume de haber salvado 44 millones de vidas en sus dos décadas de actividad, ha logrado recaudar recientemente 15 mil 700 millones de dólares para sus proyectos humanitarios del trienio 2024-26.

La cifra es menor al objetivo inicial de la organización, de 18,000 millones de dólares, pero aún con todo marca un récord para los presupuestos trienales del Fondo Global, subrayó Sands, quien citó a Estados Unidos como el principal donante y a Francia como el segundo, mientras que la iniciativa privada representa el 7 por ciento.

Sands lamentó el olvido que en ocasiones pesa sobre estas tres enfermedades por el hecho de que afecten principalmente a países en desarrollo y subrayó que la covid, que comienza a dejar de tener graves efectos en los países ricos, podría en el futuro seguir ese mismo camino.

Las variaciones de

temperaturas se notarán

en 2030

Las variaciones de temperaturas en la superficie del océano Pacífico oriental, asociada al cambio climático antropogénico, serán probablemente detectables en 2030, lo que supone varias décadas antes de lo que se pensaba.

Un equipo de investigadores australianos y chinos estudiaron datos de El Niño-Oscilación Sur (Enso), un fenómeno que tiene importantes implicaciones para el clima del mudo y por la que se rige la variabilidad natural del clima en el Pacífico.

El ENSO alterna entre una fase cálida, denominada El Niño, y una fase fría, llamada La Niña. Investigaciones anteriores han demostrado que los eventos del ENSO pueden tener características distintas dependiendo de dónde se localicen las temperaturas cálidas o frías, ya sea en el Pacífico ecuatorial oriental o central.

Sin embargo, aún no está claro cuándo y dónde se prevé que se produzca una mayor variabilidad en los cambios del ENSO, ni la influencia del cambio climático antropogénico en estos cambios.

El equipo, encabezado por la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth, una agencia dependiente del Gobierno asutraliano, analizó unos 70 años de datos sobre el ENSO.

Además usaron algunos de los modelos climáticos más recientes para estimar cuándo será detectable una mayor variabilidad del ENSO en el Pacífico oriental o central.

Los resultados apunta a que los cambios de temperatura asociados al cambio climático serán probablemente detectables hacia 2030 en el Pacífico oriental, cuatro décadas antes de lo previsto.

Texto y fotos: EFE / Agencias