Canasta básica, con precio estable

Un comparativo de 36 productos realizado por la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos arroja una ligera disminución, al pasar de 2,018.15 pesos a 2,001 pesos en abril de este año

El precio de la canasta básica en Yucatán, de acuerdo a un análisis de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (Croc), se mantuvo estable y hasta con un ligero decremento de 25 pesos.

En entrevista, el dirigente de la agrupación en el estado, Pedro Oxté Conrado, declaró que al efectuar un comparativo de precios en enero de este año, la canasta básica en el supermercado tuvo un costo de 2,018.15 pesos y al día 2 de este mes de abril fue de 2,001.85 pesos,  es decir, 16 pesos menos.

La Croc realizó un análisis de 36 productos de la canasta básica, con precios tanto de supermercados como del mercado “Lucas de Gálvez”; este último es al que suele ser recurrir buen número de personas a comprar, debido a que pueden conseguirse precios bajos.

Por ejemplo, en dicho centro de abasto, la canasta básica costó 1,556 pesos en enero y en abril 1,581, un 1.6 por ciento menos, con 25 pesos menos.

También le agregaron cinco productos más que se consideran suelen consumirse con alguna frecuencia. En un futuro pretenden sumarlos los precios de ropa y zapatos, que también son artículos de primera necesidad.

Los 36 productos son: un kilogramo (1 K.) de costilla de puerco, (1 K.) pollo, (1 K.) puerco en trozo, (1 K.) res, 900 gramos de frijol negro Shetino, 900 gramos de arroz, (1 K.) lentejas, (1 K.) azúcar, 500 gramos de sal, un litro de aceite 1-2-3, (1 K.) cebolla blanca, (1 K.) de tomate saladet.

También (1 K.) de chile habanero, (1 K.) de chile dulce, (1 K.) de chile habanero, (1 K.) de chile xcatik, (1 K.) de ajo, atados de rábanos, cilantro local y epazote, (1 K.) de lima agria, (1 K.) de limón persa, (1 K.) naranja agria, (1 K.) de zanahoria, (1 K.) de chayote, (1 K.) de aguacate, (1 K.) de calabaza local, (1 K.) de papa blanca, una pieza de elote, (1 K.) de repollo, (1 K.) de camote, (1 K.) de plátano macho, (1 K.) de tortilla, (1 K.) de huevos, un litro de leche Lala entera, fideos amarillos y puré de tomate.

Otros productos adicionales por también de los más consumidos son: masa, francés, pan dulce, un kilo de maíz nixtamalizado (Maseca) y tortillina Tía Rosa.

Oxté Conrado señaló que en el caso de la costilla de puerco, el kilogramo tuvo un precio de 139 pesos en el supermercado tanto en enero como en abril, y también en el mercado su precio fue de 110 pesos, pero en el primero es de mejor calidad la carne.

Por tratarse de precios del supermercado y mercado y no están repitiendo estas palabras se pondrán las iniciales S para el primero y M para el segundo.

En enero, en el supermercado, el kilo de pollo tuvo un precio de 49.50 pesos y para abril subió a $55, mientras que en el mercado se mantuvo en 50 pesos.

-En enero (S) el puerco en trozo tenía un precio de 109 pesos y en abril 98 pesos, con un decremento del -10.09 por ciento y en el (M) los precios fueron de 115 pesos.

-En enero (S) la res costó 191.50 pesos y en abril aumentó a 214.90 pesos, es decir, 11.98% (23 pesos más).

Entre los alimentos que tuvieron decrementos figuraron aceite, cebolla blanca, ajo, cilantro local, chayote, calabaza, camote, plátano macho y huevos.

Aclaró que esto es únicamente la alimentación, pues hay que tener en cuenta que cuando se consume una costilla de puerco, en una familia de cuatro integrantes, donde la costilla de puerco cuesta 139 pesos, hay que agregarle los precios de los ingredientes y tener en cuenta que el salario mínimo es de 248.93 pesos.

Expresó que hay que sumarle el precio del tomate, cebolla, chile dulce, ajo, rábano, cilantro, dependiendo del guiso.

Mencionó que el salario mínimo no es sólo para cubrir la comida, sino que hay que tomar en cuenta el transporte del obrero, para su hijo que va a la escuela, la esposa que va a las compras y si mínimo requieren trasladarse en dos autobuses cada uno son 24 pesos por cada integrante y que si son tres integrantes son 72 pesos.

Añadió que hay que sumarle la compra de ropa, zapatos, pago de energía eléctrica, agua potable y el predial. El trabajador hace milagros para sobrevivir y ya no alcanza el sueldo.

Explicó que por ese motivo el matrimonio se ve en la necesidad de que la esposa tenga que trabajar, e incluso las autoridades dan oportunidades para apoyar emprendimientos, pero no todas las personas tienen la oportunidad de aprovechar estos créditos, pues tienen condiciones de pago que deben cumplirse para obtenerlos.

“La familia yucateca tiene que ser ingeniosa para salir adelante con el problema del salario, en comparación del gasto diario. Si la esposa trabaja, se descuida a los hijos, estos se quedan solos y comienza otro impacto social; en la noche sólo queda el espacio de diálogo, pero es insuficiente”, dijo.

Expresó que ahora en tiempos de campañas, los candidatos ofrecen la solución para acabar con el problema económico, con empleos mejor pagados, prestaciones, pero no explican la forma, ni de dónde van a sacar dinero para cumplir estas promesas.

INFLACIÓN MÁS ALTA DEL PAÍS

Respecto a que Yucatán tiene la inflación más alta del país y que se debería hacer al respecto, consideró que se debe eficientizar el gasto corriente de las dependencias federales, estatales y municipales, y que con transparencia hay un control total.

 “Los sectores empresariales y obreros pueden mejorar la productividad, pero si se maneja mal la riqueza que se genera se descarrila toda la economía”, puntualizó.

Agregó que también se debe mejorar la recaudación fiscal, pero lamentablemente únicamente pagan los que están cautivos.

Igualmente, mencionó que está el caso del aumento salarial a los obreros que fue de 20 por ciento, el cual consideró que está bien, por una parte, pero por la otra genera impuestos que se le tienen que quitar, del 17 por ciento. Así que el aumento es del tres por ciento.

HUERTOS FAMILIARES

Interrogado sobre si los huertos familiares podrían reducir los precios de los frutos, indicó que es una buena estrategia, pero que sólo sería para los municipios, ya que en Mérida es complicado porque las viviendas no cuentan con espacios grandes para la autoproducción alimentaria.

Sobre el hecho de que en algunos fraccionamientos como Villa Magna del Sur se destinó un espacio para que la gente siembre hortalizas, consideró que esto no funciona, y que lo que se requiere es que las personas cuenten con buenas superficies para sembrar rábanos, lechuga y chayotes, entre otros.

Oxté Conrado recordó que él es originario de Temax, y que allí trabajaban la “era” (porción de tierra para sembrar), utilizaban hasta el estiércol de caballo como abono, y sembraban diversas hortalizas y frutos.

Texto y fotos: Darwin Ail