Canasta básica, por las nubes

México no había vivido un aumento de precios tan alto desde hace 20 años, y los expertos en la materia aseguran que si se continúa con este panorama la cuesta de enero podría prolongarse hasta junio

Al realizar un comparativo en 31 productos de la canasta básica desde abril del año pasado hasta noviembre hay productos que tuvieron un aumento de hasta 334%, como el tomate saladet. La mayoría sufrieron incrementos y únicamente algunos registraron bajas de precios.

De acuerdo con un comparativo realizado por la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (Croc), que encabeza Pedro Oxté Conrado, se recopilaron los precios de los alimentos en los meses de abril y noviembre tanto en mercados como en supermercados.

Como se informó en la edición de ayer, Oxté Conrado consideró que el histórico incremento al salario mínimo del 22% ha quedado absorbido por los aumentos de los precios, además de que es una exigencia que tiene cumplir el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de mejorar los sueldos de los mexicanos para que no sean tan desiguales a los de Estados Unidos y Canadá, y les quiten empleos a los trabajadores de esos países.

De no mejorarse los sueldos se corre el riesgo de que los sancionen con el T-MEC. La 4T no indica que tiene que cumplir un requisito para dicho tratado, y lo hace como un cumplimiento de campaña, por lo que esto es una deshonestidad, algo que “en teoría” no tiene espacio en el gobierno federal.

Los alimentos analizados fueron: costilla de puerco, pollo, puerco en trozo, res, frijol negro, arroz, lentejas, azúcar, sal, aceite, cebolla blanca, tomate saladet, los chiles habanero, dulce y xcatic; ajo, rábano, cilantro local, epazote, lima y limón persa.

También naranja agria, zanahoria, chayote, aguacate local, calabaza local, papa blanca, elote, repollo, camote, plátano macho, tortilla, huevos, leche, fideos amarillos y puré de tomate. Algunos fueron en kilogramos, litro, 900 gramos, un atado, una pieza o una caja dependiendo de su respectiva venta.

Entre los alimentos que más aumentos registraron fueron, además del tomate saladet, la lima agria que de abril a octubre tuvo un incremento del 274% en el supermercado, ya que de 12 pesos pasó a $44.

Para evitar estar repitiendo cuando se trate de precio en mercado se pondrá una m entre paréntesis (m) y una (s) cuando fue en supermercado.

Otro producto que subió más del 100% fue el ajo (194%), el limón persa con 165 por ciento, y el repollo, con 143.8%.

Por los 31 productos, en abril del 2021 se pagó 1,507.67 pesos (s) y 1,051.38 (m).

En octubre de 2021 costaron $1,727.02 (s) y bajó a $999.2 (m). Mientras que en noviembre subió a $1,726.37 (s) y $1,123.6 (m).

Entre los productos que en algunos meses bajaron entre el 4 y 82 por ciento figuraron la cebolla blanca, lentejas, arroz, zanahoria, chayote, papa blanca y elote, entre otros.

Oxté Conrado indicó que en un futuro realizará un comparativo más amplio donde incluirá precio de prendas de ropas así como gastos de transporte, que cuando se regrese a clases presenciales los hogares tendrán que volverlo a presupuestar.

Como se sabe, México no había vivido un aumento de precios tan alto desde hace 20 años. La Economía del país cerró en 2021 con una tasa de inflación anual en 7.36%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Expertos aseguraron de que si se continúa con este panorama la cuesta de enero podría prolongarse hasta junio. Hay quienes afirman que el país está en la antesala de una recesión económica.

El 2021 cerró con un crecimiento entre 5.4% y 5.9%, que se escucha alto, pero no deja de ser un efecto rebote tras la caída de 8.4% del 2020, siendo la mayor contracción del PIB desde 1932 en la Gran Depresión. Si el PIB de México crece solo 5.4% este año y 1.5% en años siguientes, la recuperación del PIB se alcanzará hasta el 2024 y en términos per cápita hasta el 2029. Si el PIB crece 5.9%, habrá esquivado la recesión al implicar un crecimiento trimestral positivo alrededor de 0.4%, pero sin alcanzar la recuperación completa.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un incremento de 0.36%, respecto al mes anterior. El último dato más alto fue en el año 2000, cuando la tasa se ubicó en 8.96%.

En medio de los esfuerzos del Estado mexicano para promover la recuperación económica por la crisis del coronavirus, esta cifra rompe con los objetivos establecidos por el Banco de México, que se ubica en un rango estimado de 3%. Hasta ahora, no ha habido medida que pueda con los aumentos de precios.

Se estimó que para todo 2022 la inflación se ubicará por encima del 4% a tasa anual, acercándose a este nivel hacia diciembre para cerrar el año cerca de esta cifra. Se observarían nuevas presiones inflacionarias debido a la prolongación de los cuellos de botella en las cadenas de suministro globales, la volatilidad en los precios de las materias primas, principalmente petróleo y productos agropecuarios, y la reactivación económica del sector de servicios.

Esta escalada de precios es un fenómeno al que muchos mexicanos jóvenes no se habían enfrentado en su vida, pese a los esfuerzos que se han hecho de contener la subida, como el aumento de las tasas de interés de referencia por parte del banco central, que fue de 5.5% en diciembre para intentar frenar la desbocada inflación.

El precio de los alimentos de la canasta básica son los que más han golpeado el bolsillo de los mexicanos. Según el Inegi, los productos que tuvieron mayor incidencia en la inflación de diciembre fueron la carne de res, el limón, la gasolina de bajo octanaje, el pollo y el plátano, todos ellos productos de la canasta básica.

A nivel nacional algunos productos presentaron leves disminuciones, como el tomate verde, que tuvo incrementos de hasta 161% el año pasado, así como el chile serrano, el gas doméstico LP y otras verduras como el jitomate. El índice de precios de los alimentos, que elabora mensualmente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y que muestra la evolución en todo el mundo, cerró el año pasado con un aumento del 28.1%.

México no es ajeno a la situación económica mundial, en vilo ante el creciente número de contagios de ómicron.

Texto y fotos: Darwin Ail Baeza / Cortesía

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