Cannabis medicinal en México, la reforma que llega tarde

El martes 13 de diciembre del 2016 finalmente sucedió algo que debió de pasar hace varios años atrás: la regulación de la cannabis medicinal, o como debería de llamarse, la regulación de la “cannabis farmacéutica”. El Senado da un paso adelante y con un amplio consenso, aprueba el uso médico de derivados de esta planta tan controversial y satanizada en los últimos años. Aún queda pendiente que la iniciativa sea aprobada por la Cámara de Diputados y esperamos que así sea, la pelota
está en su cancha y es importante que pase en este periodo legislativo.

¿Cuáles son los principales cambios en la ley? Para decirlo con palabras sencillas existen dos grandes modificaciones y una tercera que queda en el aire.

1 Finalmente se le reconocen beneficios terapéuticos a la substancia psicoactiva de la Cannabis que es el Tetrahidrocannabinol (THC). La ley anteriormente catalogaba a esta substancia como una substancia con escaso o nulo beneficio terapéutico y que constituía por su abuso un peligro para la salud. Con esta reforma dicha substancia será reconocida con beneficio terapéutico, pero sigue siendo considerada un peligro. Si su concentración es menor de 1% no será considerada como un peligro para la salud, más si un psicotrópico.

2 Se excluye de la tipificación del delito en el Código Penal Federal la siembra, cosecha y producción de productos de cannabis con fines medicinales y de investigación científica, algo muy importante para la elaboración de productos.

3 Este punto es un poco confuso por donde se planteó, dentro de la lista de substancias psicoactivas, y habla sobre productos que no contengan ninguna cualidad terapéutica, de los cuales será permitida su comercialización, importación
y exportación. Esto sin duda esta enfocado más a la industria del cáñamo.

¿Por qué decimos que la reforma llega tarde? Es muy sencillo, desde 2004 se venden medicamentos hechos con Tetrahidrocannabinol sintético en el mundo como es el caso del Dronabinol y Nabilona.

Este último tiene registro sanitario y se comercializa nuestro país, se prescribe para pacientes con cáncer y VIH-SIDA. Entonces, ¿cómo era posible que nuestra legislación sí concediera beneficios terapéuticos a esta substancia en su forma
sintética pero no en su forma natural?

Claro que llega tarde, otros países están regulando con mayor amplitud el tema de la cannabis medicinal y su uso personal. Vemos cómo Uruguay, Argentina, Colombia, Canadá y Estados Unidos están regulando de una manera más amplia el tema. Un caso curioso es nuestro vecino del norte, quien tiene legalizado el consumo medicinal en más de la mitad de sus estados, pero por uso medicinal no se refiere a medicamentos como tales aprobados por la FDA (siglas en inglés de la organización gubernamental Administración de Medicamentos y Alimentos).

Por medicinal se refiere al uso que se le da a esta planta de la manera en que sea (fumada, vaporizada, en aceite, ungüentos, etc.) para aliviar un padecimiento, algo muy lejano a lo que nosotros vamos a poder tener acceso a mediano o largo plazo si no cambiamos la ley en un futuro.

Nos deja un buen sabor de boca que la mayoría de los senadores se manifestaron diciendo que esto es el primer paso. Ellos saben que no es suficiente y que habrá que seguir trabajando para poder tener una ley más eficaz y que garantice
acceso a todas las personas. Las negociaciones fueron muy duras, existen muchísimos prejuicios sobre la planta en el mismo recinto, aun viéndola como un tratamiento terapéutico.

Pero hoy en día tenemos que celebrar este pequeño gran paso, es el primero de una larga caminata que nos espera y sin duda alguna será un parteaguas en México.- huffingtonpost.com

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