Por Marcial Méndez
A primera vista Capitana Marvel se percibe como un filme menor del MCU en comparación a las megaproducciones entre las que fue estrenada: las muy anticipadas Infinity War y Endgame.
A pesar de esto y de las ondas anómalas de recepción negativa que recibió en su lanzamiento, la película de la superheroína subvierte positivamente las expectativas en torno a ella y, con todo y errores, figura entre las mejores y más entretenidas aventuras del Universo Marvel.
La cinta hace un excelente trabajo introduciendo a la capitana y haciendo que a la audiencia le importe el personaje a pesar de sus motivaciones simples y su heroísmo unidimensional. En gran medida, esto lo logra gracias a sus secuencias de flashbacks, las cuales, mediante excelentes montajes, logran sacarle todo el jugo e impacto que pueden a la simplona caracterización de Carol Danvers.
Además de lo anterior, la capitana se torna un personaje cautivador conforme se desenvuelve en su contexto: sus relaciones e interacciones con el resto de los personajes son brillantes y su rol como pieza central en una trama envuelta en misterio son elementos que, aunque externos a ella, le confieren intriga y propician el interés del público.
Si bien Capitana Marvel no carece de otros puntos débiles (antagonistas no muy memorables, por ejemplo), estos poco empañan una película que, contra todo pronóstico, brilla con luz propia y escapa de la sombra que, se pensaba, sobre ella proyectarían la tercera y cuarta entrega de los afamados Avengers.