Cardenales mexicanos participarán en cónclave para elegir al nuevo Papa

Tras el deceso del papa Francisco, este lunes, los integrantes del Colegio Cardenalicio votarán para elegir a un nuevo jerarca católico. Entre los 252 cardenales hay seis mexicanos, pero dos están entre los que podrían reemplazar a Jorge Mario Bergoglio, ya que tienen menos de 80 años.

Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, nació en 1950, en Tepic, Nayarit; estuvo en el Seminario de Tepic, luego fue a Estados Unidos donde estudió Teología en el Seminario de Montezuma, Nuevo México. Después volvió a México para seguirse preparando en el Seminario de Tula, Hidalgo.

Ha ocupado cargos clave dentro de la Conferencia del Episcopado Mexicano y el Consejo Episcopal Latinoamericano.

Fue ordenado sacerdote en 1973 y en 2016 el papa Francisco lo nombró cardenal; tiene una postura alineada con la renovación eclesiástica.

Francisco Robles Ortega es arzobispo de Guadalajara; fue presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y se le reconoce su liderazgo pastoral.

Según el Arzobispado de Guadalajara, Robles Ortega comenzó en el Seminario Menor de Autlán, luego estuvo en el Seminario Mayor de Guadalajara y la Facultad de Teología en el Seminario de Zamora.

El papa Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de Toluca y en 1996 asumió la Diócesis de Toluca; en 2003 el papa lo nombró Arzobispo de Monterrey, luego en 2012 llegó a la Arquidiócesis de Guadalajara y en 2007 fue nombrado cardenal por el papa Benedicto XVI.

Otros mexicanos, entre posibles sustituos

Otros cardenales mexicanos son: Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, quien nació en Celaya en 1939 y fue nombrado cardenal en 2015 por el papa Francisco.

Felipe Arizmendi Esquivel nació en el Estado de México en 1940 y fue nombrado cardenal en 2020 por el papa Francisco.

Juan Sandoval Íñigez nació en Jalisco en 1933 y fue nombrado arzobispo de Guadalajara en 1994 por el papa Juan Pablo II, luego cardenal.

Norberto Rivera Carrera nació en Durango en 1942; fue nombrado obispo de Tehuacán en 1985 por el papa Juan Pablo II y luego arzobispo primado de México, puesto en el que estuvo durante más de dos décadas.

El papa Francisco, quien murió este lunes a los 88 años, dejó el legado de una Iglesia más universal, que representará a todos los rincones del mundo y no solo a Europa, con especial atención a países lejanos, tras el nombramiento del 80 por ciento de los 135 cardenales que formarán parte del cónclave que entrará en la capilla Sixtina para elegir a su sucesor.

Tras su último consistorio, el décimo de su pontificado, el colegio cardenalicio quedó compuesto por 252 purpurados, 135 de ellos menores de 80 años y por tanto electores, con lo que se estableció un nuevo récord, y será el más concurrido de la historia, ya que las normas decretan que sean 120 purpurados.

Habrá 24 cardenales latinoamericanos posibles electores, aún lejos de los 55 europeos, pero aunque los italianos siguen siendo el grupo más numeroso de un futuro cónclave, su peso relativo ha disminuido con el paso de los años: eran 28 sobre los 115 que en 2013 eligieron a Jorge Bergoglio y hoy en día serían 18 sobre 141.

Texto y foto: Agencias