El negocio empezó hace 25 años, pero desde hace 12 la familia Escalante lo tomó para ofrecer al público un producto fresco y de calidad
Un local que no es tan nuevo como se pudiera pensar está teniendo gran éxito entre los amantes de las carnitas michoacanas que todos los días acuden desde las siete de la noche a disfrutar de los tradicionales tortas y tacos de maciza y surtido, a los que recientemente se ha sumado como una especialidad la costilla.
“La gente nos está pidiendo cada vez más la costilla, porque la carne es más jugosita y tiene un sabor muy especial”, comentó Roberto Escalante Herrera, propietario de “Donia Maciza”, quien desde hace tres años, cuando su padre decidió que ya era momento de retirarse, tomó la estafeta para lo cual decidió renunciar a su trabajo en el rubro hotelero y ahora sí, meterle todos los kilos al negocio familiar.
“El local inició hace 25 años en un local ubicado frente al actual, a unos metros de la calle 69, en la Avenida Pedagógica, no se llamaba como ahora, mi papá lo tomó hace 12 años y ahora me toca a mí estar al frente con la ayuda de varios familiares como mi tía Rosa y mi primo Jorge”, explicó Roberto, quien destacó que de la preparación se encarga personalmente junto con su hermana Alejandra.
Se trata de un negocio familiar, donde la idea principal es cuidar la calidad, ofrecer producto fresco al público, y hacerlo con la dedicación para conservar el sabor que los hermanos Escalante heredaron de su padre, y eso incluye nunca comprar carne congelada y cuidar la dosificación de ingredientes de acuerdo con las porciones que se preparan, por supuesto, en un cazo de cobre.
“Abrimos desde las siete de la noche, pero el trabajo inicia desde muy temprano, con la visita al mercado para la compra de los ingredientes y al mediodía ya comienza la preparación de las carnitas, en un proceso que tarda entre tres a cinco horas, dependiendo del volumen que cocinemos”, detalló el entrevistado, quien recordó que la historia de la familia y las carnitas inicio gracias a que una prima se casó con un joven originario de Michoacán, quien compartió la receta.
La cuestión es que desde hace tres meses, “Donia Maciza” cambió su local y cruzó la calle y los buenos resultados no se han dejado esperar, porque al ubicarse en esquina está más visible, además de que es más amplio y hay más oportunidad de atender mejor a los clientes.
Así es que quienes acudían desde pequeños a comer con el papá de Roberto, que por cierto se llama igual, siguen visitando el local, reviviendo gratos recuerdos familiares al momento de degustar el sabor de estas carnitas que se mantiene a través del tiempo.
“Eso no puede cambiar, cuidamos que se mantenga el sabor aunque ahora con los nuevos tiempos buscamos darle una imagen más minimalista al local, con mucho colorido, a la vez que tenemos servicio a domicilio al 9995 91 18 74, pero, además, mediante las aplicaciones de plataformas tecnológicas estamos llegando con nuestra comida a lugares tan distantes como Ciudad Caucel y colonias del norte, como Campestre y Altabrisa”, destaca Roberto, quien comenta que para que esto hoy sea realidad fue de gran importancia la recomendación de boca en boca que hacen los comensales.
En estos tiempos en los que por la pandemia hay restricciones en cuanto al servicio a las mesas, en estos momentos la mayor parte de las ventas es por kilos, donde el cliente puede pedir para llevar desde 30 pesos, por lo que contar con “Donia Maciza” es de gran importancia para los vecinos de esta zona de la ciudad que con poquito dinero solucionan el tema de la cena.
Finalmente, nuestro anfitrión expresó que la meta de la familia Escalante es que su negocio tenga un estilo diferente, moderno y contemporáneo, donde se conserve el sabor tradicional de siempre, y por supuesto que crezca para tener más puntos de venta para que la gente pruebe sus tradicionales carnitas michoacanas que tienen unos cueritos y una maciza que en verdad son espectaculares, además de las costillas.
Texto y fotos: Manuel Pool
