La Casa Blanca afirmó ayer que Estados Unidos vive “una crisis” por los tiroteos, tras el ataque de este fin de semana en Allen (Texas), donde murieron ocho personas, entre ellas menores de edad.
“Estamos en el día 128 de 2023 y, según los principales conteos, hemos visto el tiroteo masivo (número) 201 de este año en este país”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en su rueda de prensa diaria.
Subrayó que esto supone una media de más de un tiroteo al día y que, según las estimaciones, más de 14,000 personas han fallecido este año por la violencia con armas de fuego.
“Esto es una crisis, es una crisis que los republicanos en el Congreso rechazan abordar. Estamos hablando de la mayor causa de muerte en menores en EE.UU. y con los republicanos en el Congreso diciendo que no se puede hacer nada al respecto”, lamentó la portavoz.
Jean-Pierre recordó que el presidente del país, Joe Biden, instó el domingo al Congreso a aprobar una ley que prohíba las armas de asalto y otro tipo de armamento de alta capacidad, entre otras medidas.
El sábado, un hombre abrió fuego en un centro comercial de Allen, una ciudad cercana a Dallas (Texas), con un rifle semiautomático AR-15, ocasionando la muerte de ocho personas.
Texto y foto: Efe