El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Yucatán ha fijado una postura sólida en contra del incremento propuesto al Impuesto sobre la Nómina (ISN). El sector empresarial argumentó con firmeza que este gravamen no es un impuesto a las utilidades, sino un impuesto directo sobre el empleo formal, afectando a miles de trabajadores y familias, no solo a las “empresas”. Cada contratación representa una obligación adicional, por lo que su aumento castiga la generación de oportunidades.
El CCE manifestó su indignación por la forma en que se manejó la propuesta. Aseguran que se enteraron de la iniciativa de manera tardía, apenas unas horas antes de su entrega al Congreso. Este proceso fue calificado como unilateral y carente de diálogo, pues se omitió la participación de mesas técnicas y del Consejo Consultivo del Presupuesto, rompiendo con la tradición de colaboración.




