Cecilia Patrón consiente a los albañiles en su día

En Yucatán los alarifes disfrutaron de su día, el 3 de mayo, fecha conmemorativa y popularmente arraigada en la cultura mexicana en la cual se entrelaza la tradición religiosa, identidad laboral y reconocimiento a una labor esencial. 

En los sitios de obra esta celebración representa un momento de encuentro, gratitud y orgullo por un trabajo que, aunque arduo y riesgoso, construye el entorno de la sociedad.

Ante ello, Fernando y Ángel Cruz, fueron consentidos por sus patrones, el señor Jesús García y la Señora Evelyn Salazar, quienes les prepararon un delicioso almuerzo para festejar su labor, ya que han sido parte importante en la edificación de su hogar. “Estamos agradecidos con estos hombres. Su trabajo es de admirar y sobre todo por que han resultado ser responsables y cumplidos, hoy en su día quisimos consentirlos y ellos ya bendicieron nuestro hogar colocando la cruz”, señaló Jesús. 

Alcaldesa con alarifes

Por su parte, Cecilia Patrón Laviada, alcaldesa de Mérida, convivió con trabajadores de la construcción en una obra cerca de la comisaría de Dzityá.  La munícipe reconoció su labor como parte fundamental en la construcción de miles de hogares, pero también de la edificación de una ciudad ordenada y próspera, así como el esfuerzo para llevar el sustento a sus familias. “Reitero que desde el Ayuntamiento de Mérida continuaremos generando oportunidades y mejores condiciones, desde el ámbito municipal, tanto en lo laboral para ustedes, y educación y salud para sus familias, siempre pensando en la prosperidad de todos con justicia social”, destacó.

Con la tradicional chicharreada, la alcaldesa también compartió historias, así como logros, metas, inquietudes y acciones en pro de sus familias, en materia de educación para sus hijas e hijos, atención a la salud para esposas y madres en este mes de mayo a través de mastógrafo móvil, y muchos más programas y trabajo coordinado con la iniciativa privada para generar más empleo. 

El Día de la Santa Cruz se celebra colocando una cruz adornada en lo alto de las construcciones, acompañada de convivios entre las y los trabajadores. Esta tradición, profundamente arraigada en México, también tiene un componente espiritual, ya que muchas personas del gremio asocian esta fecha con la protección divina y la esperanza de que las obras transcurran sin accidentes.

Texto y foto: Andrea Segura

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