Por Eutimio Castro
Con una ciudad de más de un millón de habitantes, hoy el Centro de Mérida necesita tener una mejor movilidad, una ingeniería de transito capaz de que, automóviles y peatones puedan estar en el mismo punto sin la preocupación de poner en riesgo la integridad del conductor o el peatón.
Hoy existen un punto medular, un foco rojo, el Centro de la ciudad de Mérida está casi abandonado en cuanto a movilidad y seguridad.
Al acudir al centro, en particular a horas pico, ya sea a pie o en automóvil, se ha vuelto un verdadero peligro, en innumerables ocasiones podemos leer en la prensa accidentes, choques y atropellamientos que parece no dar tregua.
En la administración municipal que encabezó Ana Rosa Payán se intentó retirar de los primeros cuadros de la ciudad a todo el transporte público; y por tan solo unos días se pudo disfrutar de un hermoso centro histórico, el cual se admiró con gran tranquilidad.
Pero el romance duró poco, pues camioneros y usuarios del transporte público, se quejaron de la mala organización de este plan, que, de ser estudiado y proyectado correctamente pudo funcionar y hoy disfrutar de nuestro Centro Histórico.
En general, el Centro se encuentra en varios momentos del día saturado de gente que acude a él para dirigirse a sus lugares de trabajo, actividades recreativas, estudiantiles entre otras; un punto de reunión clave para los habitantes de esta urbe, que conforme pasa el tiempo se vuelve menos transitable.
Hoy siendo una zona donde hay una afluencia importante de conductores y peatones se debe pensar en más opciones o estrategias para liberar esta importante carga. Es necesario un buen estudio de ingeniería en transito para poder ser más seguras y transitables.
