Charros sobreviven a la pandemia, aunque con varias afectaciones

La charrería es un deporte nacional que se vio afectado por el coronavirus, como muchas otras actividades. En Yucatán pasaron de hacer eventos casi todos los días de la semana en temporadas específicas como las fiestas patrias, a realizar uno que otro evento, incluso a no realizar ninguno debido a las restricciones sanitarias durante la época más fuerte de la pandemia, lo que afectó muchísimo al deporte, pues ya no se podía seguir fomentado entre las siguientes generaciones, relató Fernando Moreno Flores, charro desde hace 35 años.

Fernando recordó que los eventos eran bastante concurridos, pues no tenían costo alguno, por lo que cualquiera que gustara del deporte podía acudir al conocido “Lienzo Charro” para observar los coleaderos, caladeros y las charreadas que se organizaban a allí, sin embargo, la pandemia impidió continuar con esta tradición y para lo único que seguían utilizando el recinto de la charrería en Mérida era para contadas prácticas.

Durante una visita al Lienzo Charro “Agustín Sánchez Antuniano”, el equipo de Peninsular Punto Medio pudo constatar como los jinetes realizaban los preparativos para el tradicional desfile del Día Nacional de Charro, desde como algunos de elloslimpiaban a sus caballos y alistaban las monturas, hasta como otros practicaban sus habilidades para guiar a los equinos con el fin de que caminen en círculos, vayan hacia atrás y hagan otros trucos comúnmente vistos en los eventos.

Uno de los charros más grandes, Luis Rivero, comentó que en Yucatán hay charros de todo tipo, algunos buenos y otros no tan buenos, sin embargo, en su opinión, lo más importante es disfrutar de este bello y tradicional deporte ya sea viéndolo o practicándolo, además señaló que él conoce al menos a 50 exponentes de Mérida, por lo que consideró que todavía hay espíritu para la charrería.

Texto y foto: Diego Cervantes

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