SANTIAGO.- La policía antimotines improvisó un escudo frente al palacio de gobierno de La Moneda: dispuso dos autobuses cerca de las grandes y pesadas puertas de su cara norte para evitar que miles de trabajadores ingresaran al edificio y mostraran su inconformidad ante el incremento salarial aprobado la noche anterior.
Adentro estaba la presidenta Michel Bachelet con su ministro de Interior, Mario Fernández. Afuera, miles de empleados públicos forcejeaban con la policía antimotines —que los contenía con chorros de agua y gases lacrimógenos— mientras evidenciaban su descontento ante el aumento de 3.2 por ciento, que ellos consideran insuficiente.
Mahmud Aleuy, subsecretario del Interior, señaló que llegaron a congregarse unos seis mil manifestantes en torno al palacio de La Moneda y destacó que todas las personas tienen el derecho a manifestarse pacíficamente.
– Excélsior