Cuando el prometedor boxeador Óscar de la Hoya comenzó a entrenar bajo la dirección del entrenador y filósofo de box, Jesús “Cholain” Rivero, querían que se enfrentara a la leyenda Julio César Chávez, que se encontraba en el tramo final de su histórica carrera.
Para el destacado entrenador yucateco, quien anteayer falleció en esta ciudad a los 95 años de edad, veía a un prometedor, pero era muy limitado, le tenía que quitarle muchísimos vicios que a él le impedían ser un peleador de primer nivel. “Tenía la ventaja de la estatura. Puedes tener las manos abajo y nadie te va a tocar, para eso sirve la técnica y Óscar no sabía aprovechar su estructura física. Yo transformo desventajas en ventajas”, explicó en una entrevista al portal Replicante.
Luego que “pulió” a la joya, aceptó que contraten la pelea con el “César del boxeo”, que para ese entonces sus venenosos ganchos al hígado habían mermado en potencia, tenía unas cejas muy costuradas, donde al sangrar impide visibilidad y en ocasiones, por protección al pugilista, se tiene que detener la pelea.
Para ese entonces, lo único que tenía intacto era la mandíbula de acero, capaz de soportar la metralla de todo calibre.
“Julio César Chávez es un peleador mediocre y la gente no lo sabe porque la televisión engaña, pero, sin duda, él no es el número uno; hay diez peleadores mejores que él. De la Hoya trató a Chávez como un chiquito y lo noqueó. Chávez no le dio un sólo golpe porque es un mediocre”, señaló.
El enfrentamiento fue una gran clase magistral de boxeo, e indirectamente un choque de generaciones y estilos. Lamentablemente solo duró cuatro rounds, debido a un profundo corte causado en la ceja del campeón por Óscar.
En una entrevista, de hecho, confesó que para el segundo asalto ya se encontraba con las piernas “hechas gelatina” por los poderosos intercambios de golpes.
También reveló que, previo a la pelea disputada el 7 de junio de 1996, recibió amenazas del crimen organizado mexicano para no ganarle a Julio César, sobre todo por la importancia nacional en el deporte. No hay que olvidar que hay apuestas en los casinos y estos delincuentes siempre quieren asegurarse de aumentar sus ilícitas fortunas.
datos a destacar
1. El entrenador inició estudiando las carreras de Derecho y Filosofía, pero ninguna acabó.
2. Entrenó al yucateco Miguel Canto, quien llegó a tener 14 defensas de su título.
3. Fue un intelectual por lo que acostumbraba contarles cuentos a sus pupilos, les recomendaba libros porque quería que tengan el hábito de la lectura.
4. Tuvo un par de malas experiencias en el que sin contrato asesoró a púgiles y estos fueron ingratos continuaron sus carreras con otros entrenadores.
5. Óscar de la Hoya indicó que Rivero fue pilar para que él venciera a la leyenda del boxeo, Julio César Chávez.
6. Rivero demostró el colmillo, ya que cuando le dieron a Óscar, ya querían enfrentarlo a Chávez y él se encargó de pulirlo para que luego de un tiempo se acordara la pelea.
7. De la Hoya reconoció que capitalizó sus puntos débiles de Chávez como el de las cejas cocidas, ya que el “César” todavía tenía gasolina para el intercambio de metralla, pese a que estaba en el ocaso de su carrera.
8. Chávez llegó a decir que semanas antes de la pelea, uno de sus hijos jugando le lesionó con una llave una de sus cejas y no pudo aplazar el combate.
Texto y fotos: Darwin Ail