Para el presidente del Club Cicloturixes A. C., Everardo Flores Gómez, el manejar bicicleta, además de abonar a reducir la contaminación, permite que se tengan más ojos espectadores que son una muralla para la delincuencia en las calles
Manejar bicicleta, además, de que se recomienda por cuestiones ambientales y por salud, para el presidente del Club Cicloturixes A. C., Everardo Flores Gómez, también abona a la seguridad ya que son más ojos: “cuando se anda en el automóvil se encierra en éste y no se percibe lo que pasa a su alrededor”.
Actualmente en el proyecto de movilidad tanto del Gobierno del Estado como del municipio se fomenta el uso de bicicleta, por ello se han construido ciclovías, bicipuertos o biciestacionamientos, e incluso en las nuevas unidades de transporte del Sistema de Transporte “Va y ven” y rutas nocturnas se pueden transportar.
Este año continuó la instalación de ciclovías, entre 30 y 40 kilómetros adicionales, y se contó con el apoyo del Ayuntamiento de Mérida, además de empezar con el cambio del trasporte público en municipios como Tizimín, Valladolid y otros del sur del estado.
Anualmente, 15 mil personas pierden la vida en México por accidentes viales, y al menos hay 300,000 accidentes por la falta de consideración a este derecho. El 20 por ciento de la población se mueve en auto; 80% se mueve a pie, en trasporte público, bicicleta u otro medio, pero resulta que las inversiones que se realizan están al revés: el 80% se invierte para vialidades de auto y el 20% para las banquetas, ciclovías y transporte público, por lo que se busca reducir esta desigualdad.
El activista recordó que un ciclista fue una de las personas que vio a unos sicarios de un sonado feminicidio, que permitió que llegue más rápido la policía y se dé con los asesinos. “No significa que se eviten, pero al menos contribuyen a las detenciones”, dijo.
Puntualizó que en los periféricos donde casi no circulan ciclistas, debido a que son vías que las acaparan los vehículos motorizados, así como los pesados, cuando atropellan a un ciclista o a un peatón, por lo regular nadie lo ve, y en otros lugares hasta suelen utilizar las vías para tirar personas. Cabe destacar que en Yucatán estas arterias cuentan con videocámaras lo que permite rastrear las placas de los vehículos.
Explicó que están contentos porque su organización ha contribuido para que se cuente con infraestructura, ya que ellos empezaron desde el 2011 y comenzaron a pedir ciclovías y biciestacionamientos.
“A partir del año pasado se comenzaron a poner estos, no se ha logrado una red de ciclovías, pero sí se ha avanzado algo”, destacó.
Actualmente en los parques céntricos, Paseo de Montejo, así como algunos inmuebles, cuentan con los biciestacionamientos; antes los ciclistas tenían que estar buscando postes y rejas para encadenar sus bicicletas.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el 40% de los hogares yucatecos se cuenta con bicicleta y hay municipios donde se alcanza un 80% para ocupar el primer lugar nacional.
“Esto habla que si lo tienen es muy probable que la utilicen, pero sí se redujo su uso en el Estado, ya que adquirieron motocicletas, principalmente, y otros automóviles. Siento que nuestra aportación es que la gente se mueva en bicicleta que no sea por estatus social, lo hace porque no tiene un automóvil, sino que es por convicción”, explicó.
Recordó que la agrupación inició en 2011, un miércoles con seis personas realizaron un paseo que concluyó en el Parque de las Américas, donde comieron unos panuchos y acordaron realizarlo de manera semanal.
“Para el siguiente fueron al barrio de Santiago y lo mismo, allá cenaron y se propusieron realizarlo, que en ocasiones por cuestiones de trabajo algunos no asistían y hubo veces que sólo uno realizaba el paseo y mandaba fotos, pero eso motivaba y así ha sido. En el primer año se nos sumaron unos estudiantes de Arquitectura de la Uady (Universidad Autónoma de Yucatán), por lo que llegaron a 40, para el segundo año aumentaron 60, luego con el paso de los años llegaron a 200 y actualmente en el Paseo de las Ánimas asiste un millar”, sentenció.
Señaló que él ha manejado la bicicleta en la Ciudad de México, allá existen muchos más clubes y cuando se mudó a Mérida no lo dejó, pero se dio cuenta que no había clubes.
Entre las ventajas que tiene transportarse en bicicleta está el ejercicio, que tanto se recomienda a personas diabéticas, hipertensas y los que padecen obesidad. Sobre las desventajas que sería el clima, Everardo señaló que ésta ocupa como el cuarto lugar, ya que hace unos años ayudaron a unas personas de la Embajada de Países Bajos a realizar una encuesta y la inseguridad vial es la principal causa.
“Lo que sucede es que suele haber aire, lo que tienes que realizar es ponerte manga larga, bloqueador. Consideran con más desventaja la lluvia, pero ésta es en temporada. Otra cosa que observé es que para estas fechas lo que se debe llevar es sandalias, ya que utilizaba botas y no, lo único que hay que realizar es secarse los pies”, destacó.
Explicó que actualmente sólo dos o tres veces de semana va al trabajo en bicicleta ya que tuvo un problema, él entra a las 12:30, por lo que sale de su casa a las 11:30 y se traslada de Plaza Fiesta hasta el Fraccionamiento Juan Pablo II, son 12 kilómetros y sólo lleva su botella de agua.
Resaltó que el programa de la Biciruta que realiza el Ayuntamiento de Mérida se ha fomentado como algo recreativo, pero debe enfocarse también a promover a utilizar la bicicleta como medio de transporte, además de aumentar su ruta y llegue, por ejemplo, al Centenario.
Aclaró que también hay gente que a los ciclistas urbanos no los considera pedalistas cuando sí lo son, como el caso del albañil, obrero ya que no utiliza licra y casco, como sí lo usa el deportista.
Para finalizar, Everardo dijo que también hace unos años el Ayuntamiento de Mérida apoyó a los meridanos a comprar bicicletas a mitad de precio.
Texto y fotos: Darwin Ail