El paso de un ciclón extratropical por el sur de Brasil ha provocado inundaciones masivas y la muerte de por lo menos 37 personas desde el pasado fin de semana, mientras que otras 9 permanecen desaparecidas, según informaron autoridades estatales ayer.
El gobierno de Río Grande do Sul, la región más afectada con 36 de las víctimas mortales, declaró el estado de calamidad para lidiar con la que es la “mayor tragedia natural” de la historia del estado según el gobernador, Eduardo Leite.
El mandatario estatal compareció en rueda de prensa junto a otros ministros del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para avisar de que “desafortunadamente más muertes pueden ser constatadas en las próximas horas”.
Aunque las cifras del impacto del ciclón siguen aumentando, el Gobierno estatal re-portó que 5,894 personas han sido evacuadas de un total de 52,000 residentes que viven en los 79 municipios afectados.
Imágenes áreas de la crecida del río Taquari muestran cómo las aguas marrones han subido varios metros y rozan las copas de los árboles y los techos de las casas. La desesperación de algunos residentes de los pueblos inundados les ha llevado a encaramarse a los tejados de las casas a la espera de ser rescatados por medio de helicóptero.
Leite rechazó que las autoridades hayan reaccionado con lentitud ante el ciclón e informó de que se enviaron 17 alertas por SMS a los habitantes de las localidades afectadas, pero que muchos no quisieron dejar sus casas al no anticipar la magnitud del desastre.
Tanto el gobernador como el ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes, aseguraron que los modelos matemáticos detrás de las previsiones meteorológicas fallaron y que anticiparon un índice de lluvia menor al que terminó siendo.
“El índice fue mayor de lo que los modelos señalaron; apuntaban a unos 150 milímetros y llovió 300 milímetros en muchas regiones”, dijo Leite. Aunque el nivel de los ríos ya ha empezado a bajar, el gobernador alertó de que se prevén más lluvias en los próximos días y que “pueden ocurrir nuevos eventos”.
Además de los 36 fallecidos en Río Grande do Sul, el lunes se registró una víctima mortal en el vecino estado de Santa Catarina, por la caída de un árbol.
En junio, Río Grande do Sul ya se vio afectado por un ciclón que dejó 16 víctimas en lo que hasta entonces había sido el peor acontecimiento de estas características en la historia del estado.