Científicos imaginan cómo sería la vida lunar en 2069

Los aniversarios tienen cierto efecto hipnótico en los seres humanos. Todos los días se celebra un nuevo año de una hazaña, un hito, un logro que cambió para bien o para mal el camino histórico de la humanidad. Aunque son los aniversarios “redondos” —aquellos terminados en cero- los que más nos conmueven: sirven no solo para recordar lo conseguido —y a la distancia ver el evento en perspectiva— sino también para dejar suelta la imaginación y trazar una especie de ruta hacia lo que está por venir, por ejemplo vislumbrar cómo será el año 2069.

Hoy, a medio siglo del alunizaje, se aceleran —otra vez— los sueños expansivos de la humanidad. Agencias espaciales y empresas privadas apuntan una vez más a la Luna, preparando el escenario para viajes más ambiciosos hacia el espacio profundo. Los grandes proyectos de exploración no solo se concretan con dinero e intrépidos que desafían los límites de lo posibles. También sos impulsados por sueños desatados e ideas ambiciosas. Y el espacio siempre convoca.

David Parker, director de exploración humana y robótica de la Agencia Espacial Europea, por ejemplo, prevé que para el aniversario número cien de la misión Apollo 11 ya habrá bases instaladas en la Luna. Y compara la próxima colonización lunar con la exploración antártica a comienzos del siglo XX: “Ahora nos estamos preparando para establecer bases científicas en la Luna, al igual que tenemos bases en la Antártida”.

Es decir, colonias frecuentadas tanto por científicos como turistas de un gran número países, un sitio difícil de llegar como el continente blanco, pero no imposible si se cuenta con el dinero o el respaldo del gobierno adecuado.

Un pueblito en la Luna. Cuando, hace 50 años, Neil Armstrong dejó caer su humanidad en la desolada superficie lunar infectó al mundo de asombro, orgullo y fascinación ante las posibilidades que por entonces se creía que se abrían. Medios como The Economist escribieron: “El hombre, desde este día en adelante, puede ir a donde quiera que en el universo su mente lo desee y su ingenio lo consiga… a los planetas, más temprano que tarde, el hombre ahora está seguro de ir”.

Pero nada de eso ocurrió. Le dimos la espalda al espacio. Y los ratings se desplomaron alunizaje tras alunizaje. Sólo 571 personas han viajado al espacio; y desde 1972 nadie se ha aventurado mucho más lejos que las diversas estaciones espaciales que han orbitado el planeta (Skylab, Mir, la Estación Espacial Internacional, las estaciones chinas Tiangong).

El desarrollo de nuevas tecnologías, el desplome de los costos y el despertar de nuevas ambiciones chinas e indias y de una nueva generación de empresarios megalómanos se combinan para abrir un nuevo panorama.

Las empresas privadas no quieren quedarse afuera de la nueva megalópolis lunar. Como confirmó el ingeniero Johann Dietrich Wörner, director general de la Agencia Espacial Europea, ya hay conversaciones para la construcción de lo que llama un “Pueblo lunar”.

Incluso ya se discute dónde se instalará: como escribió el ingeniero espacial estadounidense Robert Zubrin en su libro The Case For Space, debería ser en uno de los polos lunares, donde las cimas de las montañas son permanentemente bañadas por la luz del sol, fundamental para el abastecimiento de energía. El agua potable se podría extraer del hielo que albergan los cráteres, producto de miles de millones de años de impactos de cometas.

Texto y fotos: El Universal/Agencias

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