Fieles meridanos demostraron su devoción a San Judas Tadeo, el patrono de las causas imposibles, por lo que anoche asistieron a la catedral de San Ildefonso a venerar las reliquias del apóstol.
Desde antes de la seis de la tarde, numerosos católicos esperaban el arribo, que antes estuvo en la parroquia de San Francisco de Asís, en Umán.
Estampitas, medallas y fotografías del santo, que en la parte trasera tenía una oración, fueron vendidas y numerosos fieles los adquirieron para pegarlos en la vitrina, que en su interior contenía una de las manos del santo.
Personas en sillas de rueda, de la tercera edad, familias con niños esperaban para entrar. Uno de los asistentes comenzaba a desanimarse y ya analizaba regresar hoy a las 10 de la mañana, ya que desde temprano habrá misas y las reliquias estarán hasta la tarde, para luego continuar su recorrido a otro templo católico.
Los fieles fueron divididos en dos grupos: las personas que escucharían la misa y las que realizaría fila para pegar las estampitas, medallas y fotos que luego de la misa, el Arzobispo bendijo. También hubo quienes solamente le tomaron una fotografía o grabaron un video del Santo. “Sean breves tienen que pasar todos”, no dejaba de repetir uno de los custodios.
Incluso, algunos de los custodios, que para este acto fueron alrededor de una docena, les hicieron el favor a algunos fieles de juntar sus estampitas, veladoras, entre otros, para los que no hicieron fila. Para acercarse a la reliquia era después de cada misa y se tenía que realizar una fila.
En la misa de las siete de la noche, el arzobispo, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, recordó que el patrono es uno de los santos preferidos de los mexicanos, únicamente superado por la Virgen de Guadalupe.
Indicó que, lamentablemente, hay quienes lo vinculan con los delincuentes y hasta con la Santa Muerte, pero, aclaró, este santo no bendice malas acciones. Además, señaló, la Santa Muerte no es una santa y no cuenta con el aval de la Iglesia.
Por otra parte, enfatizó que es un hecho actual, conocido por todos, el que muchos jóvenes se están alejando del matrimonio, no sólo del sacramento, sino incluso de la forma del compromiso civil.
“El antiguo pensamiento individualista pagano se ha puesto de nuevo de moda, para desasociar la vida sexual del compromiso matrimonial. Todo esto lo digo sin negar que, aún en la actualidad, en este mundo pansexualizado existen jóvenes, hombres y mujeres, aunque sean pocos, que creen en el celibato, así como en la posibilidad de llegar al matrimonio en estado virginal, porque valoran en verdad el matrimonio. Otros hay que retardan o evitan el matrimonio por temor al fracaso que ven por todos lados”, mencionó.
Refirió que precisamente de eso habla la Palabra de Dios, cuestionado Jesús sobre la licitud del divorcio, nos afirma que, aunque Moisés haya permitido el divorcio por la dureza del corazón de la gente, ese no era el plan original de Dios. Jesús recuerda que el Creador los hizo hombre y mujer, y aquí aparece plenamente la realidad de la complementariedad de las personas.
“Los varones y las mujeres, de ninguna manera debemos de ser antagónicos en la vida social, mucho menos en la vida matrimonial”, indicó.
En la primera lectura, tomada del Libro del Génesis, el hombre busca alguien semejante a él entre todos animales que el Creador le presenta y no encuentra ninguno (cfr. Gn 2, 18-24).
“Hoy en día hay muchos que creen en la igualdad entre el hombre y los animales, hay quienes se refugian en la relación con uno o más animales hasta llegar a poner a sus mascotas por encima de las condiciones y la dignidad propias de un ser humano”, aseveró.
-La Palabra de Dios en el Génesis nos dice que el Creador hizo dormir al hombre para formar a la mujer extrayéndole una costilla. Sin que tomemos necesariamente este relato al pie de la letra, la enseñanza que nos deja es la de la semejanza entre el hombre y la mujer, la igualdad en dignidad y su complementariedad recíproca, que hasta físicamente es evidente. También nos enseña que, por más que se ame a los animales como creaturas del Señor, ellos no están, ni estarán nunca, a la altura de la dignidad humana, porque las personas somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza -aseguró.
Dijo que no existen dos personas iguales en el mundo. Suele suceder que los novios y los esposos tienen características que parecen más bien opuestas: si una es friolenta, el otro es caluroso; si uno es bromista, la otra es seria; si uno tiene carácter fuerte, la otra lo tiene apacible. La verdad es que más que oposición existe complementariedad. Cuando vemos a las parejas que han pasado muchos años juntos, nos damos cuenta que ninguno de los dos ha cambiado su carácter particular y, sin embargo, viven en armonía.
Por otra parte, aseguró que el evangelio de hoy nos trae de nuevo el testimonio de la relación entre Jesús y los niños. -La gente los acercaba a Jesús y los discípulos pensaban que esto le molestaría y que él preferiría descansar. Y no fue así, pues Jesús les llamó la atención, con unas palabras que debemos tener en cuenta siempre, en particular los padres de familia. Dice Jesús: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan” (Mc 10, 14) -mencionó. “Hoy, como siempre, la inmensa mayoría de los padres de familia, porque aman a sus hijos, se esfuerzan y fatigan por darles lo mejor: la mejor escuela, ropa de marca, buena diversión, etc., etc. Pero lamentablemente, hay algunos olvidan darles una formación integral y no se interesan por acercar a sus hijos a Jesús”, reiteró.
Detalló que el mejor centro de catecismo se encuentra en la ‘Iglesia doméstica’, es decir, en el hogar, donde los buenos padres cristianos les enseñan a sus hijos el amor a Dios y el amor al prójimo.
“También los guían en la oración, para que ésta no falte al acostarse y al levantarse, lo mismo que antes y después de tomar los alimentos, teniendo así presente al Señor en cada momento y en cada lugar. Los irán formando en el conocimiento y el amor a la Sagrada Escritura, comenzando, por supuesto, con la Historia Sagrada y los textos debidamente ilustrados. Los irán acercando a la Iglesia, a la catequesis y a la vida sacramental”, expresó.
Para finalizar indicó que hoy, en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, el Papa Francisco nos ha hecho un llamado para celebrar una jornada de ayuno y oración para pedir por la paz. “Los obispos de México también nos unimos a esta iniciativa. Los invitamos a unirse a esta poderosa oración, que al contemplar a Cristo con María, se convierte en un clamor por la paz en el Oriente Medio, en nuestro país y en el mundo entero”, concluyó.
Texto y foto: Darwin Ail