OXKUTZCAB.- Luego que una persona de nombre Miguel la dejó mal ya que le encargó 64 empanadas, pero resultó un engaño y la vendedora Reina Isabel pidió apoyo de la gente y ésta le respondió.
Con lágrimas, la vendedora, que es una viuda de 36 años y tiene un hijo estudiando en la preparatoria; pidió el apoyo de la gente ya que las empanadas eran 32 de queso manchego y 32 de queso tip top, además, le pidió refrescos.
En el video explicó que recibió a las 7:46 de la tarde noche del viernes ella dijo que se puso a preparar todo para tener listas las 64 empanadas y de acuerdo a las indicaciones le dijeron que lo lleve enfrente del hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss), al llegar allí no vieron a nadie afuera, preguntaron por Miguel y que nadie lo conocía.
Hablaron al personal del Imss y tampoco le dijeron que nadie había realizado el pedido, por lo que hablaron al celular 9911 727679 no contestaban incluso la bloquearon.
Fue entonces que a las 10:00 de la noche fue cuando decidió publicar un video en vivo en su red social de ella explicando lo que le había sucedido y expresando con mucha tristeza y llorando la maldad que ella había sido objeto.
El video al ser compartido se volvió viral en las redes y muchas personas se contactaron con ella para comprarle las empanadas del cual ella misma narra que terminó de repartir minutos después de las una de la mañana.
Reina Isabel señaló que vende comida y también hace cenas y elabora por encargos tamales y queso napolitano entre otros. Trabaja desde temprano en la mañana porque quiere que su hijo tenga una carrera profesional al terminar el bachillerato. Ella fríe sus empanadas en una cocina improvisada con piedras y utiliza leña.
Por las redes sociales, el tekaxeño Mariano Naal, un emprendedor que vende pizza le trajo dos aceites, cuatro kilos de masa y queso manchego para apoyarla de corazón, ahora varias personas la están contactando para realizarle pedidos. Para pedidos la pueden contactar al teléfono celular 997 134 6506 y su domicilio se encuentra en la calle 37 x 60 y 62 de la colonia Ceres.
Texto y foto: Bernardino Paz