La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh) declaró que el Estado mexicano es responsable por la “violación sexual, tortura y muerte” de Ernestina Ascencio Rosario, perpetradas en 2007 por parte de un grupo de soldados en la sierra de Zongolica, Veracruz.
En su sentencia, el tribunal internacional resolvió que el Estado incumplió su deber de brindar atención médica oportuna, por lo que concluyó que la violación sexual y “graves lesiones” causaron la muerte de la mujer indígena náhuatl que tenía 73 años de edad.
Asimismo, determinó que México incumplió el deber de investigar con “debida diligencia reforzada” estos hechos y garantizar el acceso a la justicia en condiciones de igualdad a los hijos e hijas de la señora Ascencio Rosario.
“La Corte determinó que la violación sexual sufrida por la señora Ernestina constituyó un acto de tortura, toda vez que fue intencional, causó severos sufrimientos físicos y mentales y se cometió con el propósito de intimidar, degradar, humillar y controlar a la víctima”, determinó.
Como medidas de reparación por este caso se ordenó al Estado conducir una “investigación penal exhaustiva y seria en un plazo razonable para identificar, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables materiales e intelectuales de estos hechos”.
También indicó que debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional, así como brindar el tratamiento médico, sicológico, siquiátrico o sicosocial, cultural y lingüísticamente adecuada y efectiva a través de instituciones de salud especializadas a Francisco, Marta y Carmen Inés Asensio, hijos de la finada.
Además, México deberá pagar indemnizaciones por daños materiales e inmateriales y por el reintegro de costas y gastos a los familiares de Ernestina Ascencio.
Texto y foto: Agencias




