Integrantes de distintas colectivas feministas en Yucatán trabajan en la elaboración de una propuesta legislativa que busca reconocer como delitos graves tanto el abandono durante el embarazo como el incumplimiento del pago de pensión alimenticia. El objetivo es fortalecer la protección jurídica de las maternidades y de las infancias en el estado.
La iniciativa, impulsada por representantes de La Morada MX, Justicia por Mónica, Mujeres en Resistencia, Mamá, Hija, Hijo en Libertad y Ley Sabina contra Violadores Alimentarios, está siendo desarrollada en conjunto con abogadas feministas y será presentada ante el Congreso del Estado por la diputada Clara Rosales, quien ya tuvo reuniones previas con las promoventes.
Siloé Fuentes, vocera del colectivo Ley Sabina contra Deudores Alimentarios, detalló que la propuesta contempla, entre otros puntos: que abandonar a una mujer embarazada sea tipificado como delito grave; que el incumplimiento de la pensión alimenticia sea considerado también delito grave; que se establezca un laboratorio estatal de pruebas de ADN con personal especializado, cuyo costo no recaiga en las madres. En caso de confirmarse la paternidad, la persona deudora deberá reembolsar al Estado el costo del análisis.
De acuerdo con Fuentes, uno de los problemas más graves es la impunidad con la que muchas personas deudoras ejercen violencia económica y emocional hacia las mujeres y sus hijas e hijos. Mencionó que hay casos en los que, tras acumular deudas alimentarias, los progenitores sustraen a las infancias para evitar el pago y manipulan legalmente la situación a su favor.
“Esta práctica no solo busca evadir una obligación legal, sino que deja daños emocionales profundos en niñas y niños. No solo se trata de la separación de su madre, sino de perder también su hogar, su ropa, sus espacios, su entorno cotidiano”, señaló.
Por último, las colectivas aclararon que esta propuesta va más allá de lo contemplado por la Ley Vicaria, ya que busca prevenir casos de sustracción mediante sanciones penales más severas.
Texto y foto: Andrea Segura
