El Fondo Monetario Internacional estimó que se requiere de un aumento drástico en las inversiones para conseguir la neutralidad de carbono en 2050.
Para lograrlo, se requiere de que el sector privado financie el 80% en el caso de países emergentes.
En su informe anual sobre la estabilidad financiera mundial (Gfsr), para las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial (BM) -que inician el nueve de octubre en Marrakech- “el sector privado deberá hacer una mayor contribución a las grandes necesidades de inversión a favor del clima en las economías emergentes y en desarrollo”.
El Fondo, que retoma datos recientes de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), señala que se necesitan dos billones de dólares de inversión anual de aquí al 2030 para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050, una cifra muy lejana de los 400,000 millones anuales previstos hasta ahora para los próximos siete años.
Los estados, en particular los emergentes y en desarrollo, no podrán cubrir esas inversiones, a menos que eleven sus ya altos niveles de deuda en una media del 45 al 50%.
“No es fiscalmente sostenible”, estimó Ruud de Mooij, director adjunto del departamento de asuntos presupuestales del Fondo, en una conferencia de prensa en línea.
“La buena noticia es que el 90% de las tecnologías necesarias para reducir las emisiones de aquí a 2030 ya existen”, añadió De Mooij.
Pero para lograrlo, el sector privado debe doblar su contribución, que actualmente representa el 40% de las inversiones, hasta el 80%, destaca el informe.
Sin embargo, mientras algunos emergentes como India o China, disponen de un sector privado con los recursos necesarios, no pasa lo mismo con otros países, lo que implica crear las condiciones para atraer la inversión internacional, según el FMI.
Pero estos países se enfrentan a dificultades, en especial “cerca del 40% de los mercados emergentes tienen una calificación inferior al grado de inversión, lo que significa que para algunos inversores globales esos países no forman parte del universo en el que se puede invertir”, explicó Fabio Natalucci, director adjunto del FMI.
Además, aunque hay un número creciente de fondos de inversión que dan prioridad a la sostenibilidad, ello no implica un aumento de los financiamientos a favor de las necesidades relacionadas con el calentamiento global.
“Sólo una pequeña parte de estos fondos desea tener un impacto positivo en el clima, la gran mayoría basa sus inversiones en criterios sociales, de gobierno corporativo y medioambientales, que no son necesarios en relación con los desafíos climáticos”, indica el informe.
“En ciertos casos, estos no son tan ‘verdes’ como lo sugiere su etiqueta. Esa es la importancia de asegurarse de que dichas etiquetas reflejan que tanta inversión ‘verde’ hay detrás de cada unos de estos fondos”, subrayó Natalucci.
Texto y fotos: Agencias