De acuerdo con un estudio publicado en la revista Cell, y realizado por especialistas del Instituto Salk, las dietas con alto contenido graso alteran el equilibrio de los ácidos biliares en el intestino, lo que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Los investigadores aseguran que este tipo de alimentos mandan una señal hormonal que permite que las células cancerígenas puedan desarrollarse.
“Este estudio proporciona una nueva forma de disminuir la inflamación, restaurar la salud intestinal y reducir drásticamente la progresión del tumor”, dice el profesor Ronald Evans, director del Laboratorio de Expresión Genética, investigador del Instituto Médico Howard Hughes.
En el experimento utilizaron al modelo de un ratón, en los que los investigadores encontraron que animales con una mutación APC, que es parecida a la de las personas con cáncer colorrectal, desarrollaron la enfermedad mucho más rápido con una dieta alta en grasa que con una que no.
“Cuando eres genéticamente propenso a tener cáncer de colon, una dieta alta en grasas es el segundo golpe”, dice la coautora del estudio Ruth Yu, investigadora del personal del Laboratorio de Expresión Genética de Salk.
Se explica que el intestino y el colon son órganos que trabajan de manera muy compleja, ya que cuando se está comiendo el estómago necesita regenerar continuamente su revestimiento para librarse del daño causado por los ácidos digestivos. Para poder realizar dicha actividad, el intestino almacena células madre que pueden reponer las células del revestimiento cuando es necesario.
Los científicos descubrieron que los cánceres colorrectales generalmente se originan por medio de mutaciones en las células madre, esta mutación se relaciona con el cáncer colorrectal que se encuentra en un gen llamado APC, el cual actúa como un gen “supresor de tumores” ya que controla la frecuencia con la que se dividen las células.
Los investigadores encontraron un posible mecanismo celular para explicar el aumento de las muertes por cáncer colorrectal en personas más jóvenes, la teoría se basa en que a medida que las dietas altas en grasa se han vuelto más comunes en los Estados Unidos, haciendo que más personas con una mutación APC aceleren el crecimiento del cáncer a través de las mismas.
Texto: El Universal
Foto: Agencias