La mayoría de los comercios del centro de Mérida lucen con buena cantidad de clientes, aunque también se espera que el 23 y 24, luzcan al máximo.
Los comercios de ropa, calzado, dulcerías por las piñatas y dulces, así como las pollerías donde se venden los pavos y gallipavas son las que registraron mayor movimiento.
En el área de dulcerías que está ubicado por la calle Ancha del Bazar, las personas que compraban sus piñatas asistían con toda su familia para cargar las cosas.
“Me compraré ropa, zapatos y el regalo de mi mamá, pienso gastar como dos mil pesos, la verdad no hay para mucho”, señaló Ricardo Cab, originario de la comisaría meridana de Komchén, quien trabaja de técnico de una empresa que instala, repara y da mantenimiento a aires acondicionados.
Señaló que su mamá cría pavos y gallinas y esto ya no les cuesta tanto, pero investigó y cree que le alcanzará para dos mudas de ropa.
En las comisarías y los municipios aún hay familias que se dedican a la crianza de animales de corral, huertos solares, inclusive por esto el Ayuntamiento de Mérida realizó el programa de Círculo 47.
Agregó que se encuentra de vacaciones por lo que espera a ir a más tiendas posibles para ver los mejores precios, pero todo ha subido demasiado.
Indicó que tampoco aumenta el sueldo y se ha visto en la necesidad de hacer algunos trabajos extras en su día de descanso. “En los trabajos por mi cuenta gano bien, pero siento que son pocos clientes que tengo pronto no espero independizarme”, explicó.
En tanto, Maricruz González Poot dijo que en su casa su familia comerá pavo horneado, que sus hijos se encargarán de comprarlo, así como los ingredientes.
Expresó que desconoce el precio del kilogramo de un pavo, pero sabe que todo ha subido.
Por su parte, el líder de la Unión de Aves descuartizadas, Manuel Can, indicó que por ahora el precio del kilogramo es de 85 pesos y es probable que pueda aumentar de precio a finales de año, ya que están viniendo pobladores de Motul a comprar hasta acá y es algo inesperado.
Refirió que hasta extranjeros van a comprar al mercado, que los sorprende porque, por lo regular, la mayoría son sus clientes y hay gente nueva que está yendo a comprar.
Cuestionado si a comparación del año pasado ya se recuperaron de las ventas que estuvieron bajas porque la pandemia, explicó que el año pasado se quedaron sin pavos porque hubo una escasez en otros lugares y compraron acá.
Platicó que tienen un aumento del 60 por ciento en las ventas y que diariamente entre todos los polleros de ese mercado venden entre 600 kilos a una tonelada.
Mencionó que cuentan con 20 agremiados en el mercado San Benito, pero también hay otros en los mercados de Santiago, Santa Ana y San Roque.
“Este año nos prevenimos con las granjas locales, desconozco cómo les vaya a la asociación de avicultores, pero en los agremiados cuentan con la cantidad suficiente de pavos”, resaltó el dirigente.
Explicó que esperan que mientras más se acerquen las fechas de Navidad y el 31 viene más personas a comprar, es que hay quienes no les gusta el amontonamiento prefiere venir en estos días.
“La ventaja es que son ejemplares de granjas locales, se crían acá, se cuenta también con gallipava”, apuntó.
Texto y foto: Darwin Ail