Siete días después de que la mayoría conservadora del Tribunal Supremo de Estados Unidos decidiera eliminar el derecho constitucional al aborto, una serie de procesos judiciales bloquean de momento la entrada en vigor de prohibiciones totales o parciales en varios estados del país. Utah, Luisiana, Texas y Florida son los ejemplos más claros del caos judicial que ha provocado el fallo del Supremo: los cuatro habían aprobado “leyes resorte”, diseñadas para entrar en vigor en el momento en que la corte revocara la famosa sentencia de “Roe contra Wade”, el precedente legal que durante 50 años protegió el acceso a la interrupción médica del embarazo.
Sin embargo, una serie de recursos impulsados por algunas de las principales organizaciones proaborto del país, como Planned Parenthood y el Centro por los Derechos Reproductivos (CRR), han conseguido retrasar la aplicación de estas leyes -en Texas lo que se ha bloqueado es una ley “pre-Roe”, y aún se espera que la prohibición resorte entre en vigor a finales de julio.
“Cada día de más es una victoria y vale la pena pelear por cada paciente”, dijo la presidenta de Planned Parenthood, Alexis McGill Johnson. En los estados en los que se espera que continúe siendo legal el aborto sin restricciones no podrán hacer frente a la demanda.
Texto y foto: Agencias