Comunidad Libanesa en Yucatán celebra su 81 años de independencia con entrega de premios

En el marco del aniversario 81 de la independencia del Líbano, la comunidad libanesa yucateca entregó el Premio Cedros 2024, medalla y reconocimientos de Legado Libanés a destacados integrantes de la comunidad.

 

El embajador de Líbano en Mérida, Sami Nmeir, aprovechó para pedir a la comunidad internacional que sus compatriotas han sido desplazados por la guerra, que este problema se acabe y que haya una rápida reconstrucción en su país.

 

En el acto se reconocieron a Nicolás Doguer, Raúl Abraham Mafud, María Dájer Nahum y Morita Ruiz Hagar, quienes destacaron por su altruismo, liderazgo empresarial y trayectoria artística, entre otros.

 

El evento estuvo presidido por el gobernador del estado, Joaquín Díaz Mena; la alcaldesa de Mérida, Cecilia Patrón Laviada; el presidente del Club Libanés, Jacobo Hechar Jacobo; los diputados federales Jessica Saidén Quiroz y Óscar Brito Zapata, así como el senador de la República, Jorge Carlos Ramírez Marín.

 

Los continuos bombardeos israelíes en todo Líbano han ocasionado más de un millón de desplazados.

 

En el acto se proyectaron videos donde se entrevistaron a familiares de los galardonados, algunos de manera póstuma, en el que se leyeron sus semblanzas.

 

El Premio Cedros 2024 fue para la conductora y cantante Morita Ruiz Hagar, quien tiene más de 40 años de trayectoria artística.

 

Morita ha grabado discos infantiles, desde pequeña demostró que le gustaba el canto. De joven ganó concursos artísticos y, finalmente, tuvo su programa infantil en un canal local.

En tanto, la Medalla Orgullo Libanés fue para María Dajer Nahum, “Tolicha”, quien por décadas fue coordinadora de catequistas de la parroquia María Inmaculada, cargo que desempeñó hasta 2010.

 

Sus familiares indicaron que era muy emotivo debido a que gracias a su labor que realizaba junto con catequistas, anualmente más de 80 pequeños realizaban su Primera Comunión.

 

Solía realizar retiros para que las catequistas tengan un mejor crecimiento espiritual y esta vida ejemplar tuvo eco en su familia, ya que sus hijos y nietos también siguieron sus pasos.

 

En tanto, otro de los premiados fue Nicolás Andrés Dóger, quien fue un benefactor del asilo Celarain y que su apoyo comenzó cuando le pidieron al empresario maderero y henequenero que realizara un donativo y él quedó en ir a conocer el asilo.

 

Al asistir, se dio cuenta de las necesidades que tenían, el hacinamiento, por lo que generoso no dudó en apoyar todo el tiempo y hasta convenció a otras personas que remodelaran el asilo. Desde entonces siempre estuvo pendiente de ese albergue hasta su fallecimiento en 1995.

 

En el citado asilo actualmente atienden a 134 internos, a quienes sus familiares no los pueden atender y estos aportan alrededor de la mitad de los recursos y el resto tiene que ser la aportación de los donadores.

 

A su vez, el empresario Raúl Abraham Mafud del Grupo Abraham desde pequeño demostró su vocación de trabajar, desde temprana edad en lugar de irse de vacaciones le gustaba ir a la tienda a trabajar de cajero. Le gustaba platicar con personas más grande que él.

 

Fue así que llegó a encabezar empresas del ramo financiero, ocupó un puesto nacional en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).

 

También fue fundador del albergue Ciudad Vicentina, donde se apoya a personas en situación vulnerable. Falleció en 2021 a la edad de 58 años.

 

En su intervención, el Gobernador afirmó que la riqueza cultural, las tradiciones y el espíritu emprendedor de los libaneses se han convertido en parte fundamental de la identidad de nuestro estado.

 

Díaz Mena reconoció a la comunidad libanesa, que ha sido un ejemplo de integración exitosa, contribuyendo a la construcción de un Yucatán más fuerte, más diverso y unido.

 

Destacó los valores libaneses como la perseverancia, el espíritu emprendedor, la unidad familiar y el compromiso con el bienestar de la comunidad, cualidades que han permitido que la comunidad libanesa no solo se adapte, sino que también contribuya de manera significativa a la vida cultural, económica y social de Yucatán.