Con una ofrenda floral y una misa oficiada por el rector de la Iglesia de Nuestra Señora del Líbano Mérida, José González Vadillo, la comunidad libanesa, encabezada por el presidente de su club, Ricardo Dájer Lixa, celebró el “Día del Emigrante”.
El monumento se encuentra ubicado en el Club Libanés y se resaltó que sus antepasados fueron valientes, ya que partieron del Líbano para buscar otros horizontes.
No se tiene el dato exacto de cuantos libaneses hay en México, pero se estima que son alrededor entre 600 mil y un millón y medio en territorio nacional. México es considerado como el país en donde se encuentra la comunidad libanesa con mayor fuerza moral y económica del resto del mundo.
Por su parte, el cónsul honorario de Líbano en Mérida, Ricardo Dájer Nahum, señaló que los que tienen ascendencia libanesa forman parte de una comunidad mexicana, yucateca, “soy mexicano de nacimiento, desciendo de libaneses, se tiene por un lado la nacionalidad actual y otro el origen, por lo que se tiene costumbres que vienen de nuestros orígenes, que se da una fusión de culturas”.
“La gastronomía libanesa se nota ya que en la mesa yucateca, ya hay cremas de ajo, garbanzo y kibi”, refirió.
Recordó que la emigración en 1878, cuando llegó el primer emigrante, vino a trabajar a aportar con su esfuerzo. Por un lado, el crecimiento y desarrollo de México al formar sus propias familias y buscar un mejor futuro para sus descendientes y en esa simbiosis, se da una comunidad como la que se tiene, pero pasó 150 años.
“No fueron una década, son varias generaciones”, indicó.
Señaló que este evento no es muy masivo, vienen 50 personas, pero se ha arraigado y hay otros como la “Noche celebremos el Líbano”, que reúne a más de 500 asistentes.
“Es importante mantener los valores que dieron origen, la identidad de comunidad, yucatecos con ascendencia libanesa”, manifestó.
Explicó que en el Estado hay presencia libanesa, de otras nacionalidades como la española, la fusión de los españoles con los indígenas que permitió el mestizaje.
En la exposición fotográfica se muestra un documento de la llegada de los libaneses, así como semblanzas de algunos exponentes. Se reveló que la historia y cultura de Yucatán está vinculada a la aportación de diversos grupos de emigrantes.
En 1886, Porfirio Díaz promulgó la Ley de Extranjería y Naturalización, lo que atrajo a libaneses, coreanos, cubanos y más. Esta apertura de las leyes migratorias mexicanas y el auge henequenero favorecieron a la llegada a Yucatán de libaneses, y fue el período de inmigración más intenso de 1879 a 1930.
Se detalló que en su mayoría eran cristianos maronitas, ortodoxos procedentes del Monte Líbano y de algunos puertos del Mediterráneo como Trípoli y el Batroum.
Se expuso que el primer libanés registrado en llegar a Yucatán fue Santiago Sauma (1879). Once años después (1888) durante el gobierno del general Guillermo Palomino, aparece en La Revista de Mérida el primer registro de llegada de libaneses, reportando el arribo a Progreso de aproximadamente 10 personas con pasaportes expedidos por Turquía, con los que hasta 1917 se internaron en el país acreditándolos como ciudadanos turcos, debido a que Líbano pertenecía al Imperio Otomano.
Texto y foto: Darwin Ail